Carmen Bustamante evoca el instante previo a la calma en sus paisajes marinos

No se prodiga mucho por su tierra, pero cada vez que muestra algunas de sus pinturas en cualquier rincón de la provincia, la expectación es máxima. Ahora, tras tres años de exposiciones en galerías de primer nivel de toda España y visitas a las ferias de arte más prestigiosas del país (la última, Art-Madrid, donde acudió junto a la galería bilbaína Xanon), Carmen Bustamante recala en Cádiz para enseñar a sus paisanos sus creaciomes marinas más recientes.

Una colección de acuarelas y varias pinturas pueden verse desde hoy y hasta el 14 de junio en la Galería Benot, una de las pocas que subsisten en la capital. «Es una pena el poco movimiento que hay aquí», se queja la artista, que desde hace años pasea por media Europa las representaciones más bellas del mar de Cádiz pero apenas tiene oportunidad de exhibir sus obras en la provincia. La última vez que protagonizó una exposición en la ciudad fue una retrospectiva en el Museo Provincial y entonces sí que llevaba tiempo sin pisar las salas locales, alrededor de una década.

Sus seguidores lo saben, saben lo difícil que es ver sus marinas por estos lares, por eso acuden sin falta a la cita cada vez que su protagonista visita la provincia.

En esta ocasión, el movimiento del mar y el rumor de las olas sirven a la artista para hacer una reflexión sobre el devenir del tiempo. «Me interesa ese instante en el que una ola rompe en la orilla y se deshace en la arena. Es un momento que da paso a una calma total», apunta Bustamante. «El mar se encuentra en movimiento continuo pero, al mismo tiempo, produce mucha quietud», sentencia.

El agua, la arena, la espuma cobran un valor poético en sus cuadros deshabitados, donde la luz es la principal musa.

Estos paisajes conforman la gran obsesión de esta veterana y personal artista, uno de los pinceles locales de mayor proyección nacional e internacional.