El Real ha registrado un aluvión de visitas que no se ha traducido en un aumento del negocio para los caseteros. :: cristóbal
Jerez

Los caseteros reivindican una bajada de impuestos para la Feria del próximo año

Los profesionales se quejan de que el Ayuntamiento les ha subido el agua y la luz a pesar de la crisis económica

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Menos jamón y gambas y más tortillas de patatas y montaditos. Así podría explicarse el hecho de que la Feria, a pesar de haber recibido una cifra cercana al millón de visitantes, no haya aumentado el volumen de negocio. Por ello, los caseteros han criticado el hecho de que el Ayuntamiento haya aumentado la carga impositiva, sobre todo en el caso del agua y la luz, por lo que piden que se produzca una bajada de las tasas de cara a la celebración del año próximo.

Así se ha expresado el portavoz de la Asociación de Casetas, Óscar Real, quien también ha realizado otras sugerencias para que la fiesta mejore en sucesivas ediciones. Una de ellas es la creación de una ventanilla única para agilizar todos los trámites a la hora de montar una caseta. Se trata de un compromiso que el Ayuntamiento no ha cumplido. Como tampoco el de la alcaldesa, Pilar Sánchez, de reunirse con los caseteros para pactar una política de precios, de ahí que haya imperado el libre mercado.

Eso sí, la mayor parte de los profesionales han optado por congelar e incluso rebajar los precios. Aun así, muchos negocios han visto mermadas las ventas a causa de la crisis económica.

Regular el aforo

Otras de las cuestiones que han puesto sobre la mesa los caseteros es que para el próximo año se regule el aforo en las casetas y que se controle la existencia de coches de caballos que se pasean por el Real cobrando por el servicio.

La situación era ayer bien distinta según el punto del Real en el que se preguntara. Desde la caseta de Camino del Rocío, Antonio Luna aseguraba ayer que «el negocio ha sido muy similar al año pasado, y si ha bajado ha sido poca cosa».

Él ha podido comprobar que ha habido «mucha afluencia de público en el Real», pero ello no se ha traducido en un aumento de las ventas debido a que «la gente ya no gasta con la misma alegría de antes». Por ejemplo, «en los años buenos a nadie le importaba gastarse el dinero que fuera; ahora se viene con 50 euros y ése es todo el presupuesto disponible».

Recordó que el descenso de ventas sería de más del 20% si se comparara con el año 2008, pero no con el ejercicio pasado, donde ya hubo una bajada considerable.

En los Judíos de San Mateo, la coyuntura ha sido similar. Uno de los hermanos, Manuel Oca, explica que «ha ido un poquito peor que el año pasado, aunque tampoco ha habido mucha alegría».

Su caseta, no obstante, está situada en el paseo principal, así que no ha sido de las más perjudicadas por la crisis, teniendo en cuenta el escaparate que ello supone. Si se queja de que «no ha habido ni un contenedor de basura a pesar de lo estricta que es la normativa». De hecho, para encontrar uno, «había que desplazarse cien metros».

Otro de los puntos negros ha sido el botellón, que se ha extendido como una mancha sobre el Real: «Deberían prohibir este fenómeno en la Feria, ya que daña mucho a la imagen de la fiesta».

En el caso de la caseta de UGT, su encargado, José Luis Berrocal, asegura que «aquí la crisis no se ha notado mucho». La razón es que este negocio es uno de los más conocidos y se encuentra situado en un lugar privilegiado. Sin embargo, Berrocal afirma que «otros sí que han perdido hasta un 50% respecto al año pasado».

Movida juvenil

A otras casetas que no están situadas en el paseo principal, como la de El Poderío, les ha ido abiertamente mal, aseguran los encargados del desmontaje. El botellón, que se ha cebado especialmente con algunas calles paralelas al paseo principal, ha causado estragos en algunos negocios.

Desde La Peña Carnavalesca, Javier Bonilla se queja de que «el sábado y el domingo primeros han sido flojos respecto a otros años», aunque en líneas generales «a esta caseta le ha ido igual que en 2009». Una de las razones de que las primeras jornadas no hayan ido viento en popa ha sido «la coincidencia entre el Gran Premio de Motociclismo y la Feria del Caballo, ya que el primer fin de semana aquí no ha entrado nadie».