Martin Broughton con la bufanda del Liverpool. :: REUTERS
Sociedad

¿Nunca caminarás solo?

El presidente del Liverpool, reconocido hincha del Chelsea, no acudió ayer al palco para ver el partido que enfrentó a estos equipos

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Hace apenas un mes que Martin Broughton, uno de los personajes más influyentes del mundo financiero británico, fue nombrado presidente del Liverpool. El único pero imperdonable defecto de este reputado gestor, que compagina su tarea al frente del club con la presidencia de la compañía aérea British Airways, es que es un hincha declarado del Chelsea. Su caso recuerda a otro todavía reciente y que ha puesto a la afición del Inter de Milán en contra de su joven estrella Mario Balotelli. El ingenuo delantero se dejó engatusar por los presentadores del programa televisivo 'Striscia la notizia' y no dudó en ponerse la camiseta del equipo vecino y máximo rival.

Nada más tomar posesión de su cargo,Broughton, bastante más avispado, hizo unas declaraciones con las que pretendía reconciliarse con la masa social del club: «Este es uno de los equipos más grandes del mundo y mi intención es asegurarme de que encontramos nuevos propietarios que sean capaces de construir, sobre las mejoras recientes de los resultados financieros, un proyecto que ofrezca éxitos deportivos». Pero este fin de semana, antes del partido que iba a enfrentar al club de sus amores contra el que le paga un sueldo a fin de mes, Broughton aseguró que no pensaba asistir al palco.

Su explicación fue razonable, aunque no por ello tenga qué entenderla la hinchada del Liverpool: «No puedo ir al partido y mostrar cualquier emoción, ya que sería una falta de respeto para los aficionados. No se puede esperar de un auténtico hincha que ha apoyado a un club desde hace 55 años, como es mi caso, que de repente se vuelva contra él», se excusó. La verdad es que las cosas no pintan bien para el Liverpool. El gigante del fútbol inglés, dueño de un impresionante palmarés que incluye cinco Champions, tres copas de la UEFA y otras tres Supercopas de Europa, está pasando por la temporada más complicada de la última decada. Eliminado de la Champions, sin opciones en la Premier, y con una situación económica al borde de la bancarrota (la deuda del club ronda los 237 millones de libras).

Nuevo dueño

Los todavía propietarios del Liverpool, los magnates norteamericanos Tom Hicks y George Gillett, declararon estar buscando un nuevo dueño «que sea capaz de llevar al club al siguiente nivel de crecimiento y desarrollo». Exactamente, el nivel que prometieron y que no han alcanzado ellos.

Afortunadamente para los directivos del club, el afecto de su afición, una de las mejores del mundo, se mantiene intacto. A buen seguro, durante el próximo partido, miles de cuerpos apretujados en la grada Kop volverán a sacar sus bufandas mientras cantan, con la solemnidad debida, el 'You´ll never walk alone': «Aunque el viento golpee tus sueños, camina con esperanza en el corazón, y nunca caminarás solo».