De Alemania a Jerez en 26 horas

Desde que en 2003 probaran las mieles de la Motorada jerezana por vez primera, no han faltado a la cita ni un solo año a pesar de la distancia que les separa de esta tierra. Los más de 2.400 kilómetros existentes entre Jerez y la ciudad alemana de Allgäu no suponen un obstáculo para que los miembros del club motero Trappers aterricen en unas 26 horas en el paraíso de las dos ruedas. En esta edición son nueve los aficionados que el pasado miércoles partieron de la citada localidad para llegar ayer, a última hora de la tarde, después de haber hecho una parada para pasar la noche en Cataluña.

Lo que para la mayoría de los mortales supondría un esfuerzo de dimensiones considerables, para los motoristas su largo viaje se ve recompensado por lo que encuentran cuando por fin alcanzan su destino. Wolfi es uno de los que nunca faltan a la cita, y durante esta época del año deja a un lado su trabajo de carpintería para acudir al Gran Premio junto a sus compañeros del club.

«Venimos desde hace casi diez años por ver las carreras pero también para encontrarnos con nuestros amigos -explicó-, pues tenemos muchos aquí». Y es que su relación se ha vuelto muy estrecha con el Club Cherokee de Jerez, tanto es así que es la junta directiva de éste la que les suele buscar alojamiento y se ocupa de ellos así como de otros grupos de moteros durante todos los días que dura el evento.

En cuanto a la ciudad, Wolfi muestra su entusiasmo al reconocer que «el ambiente de Jerez es el mejor de toda España, comparado con otras carreras». Asimismo, aplaude el hecho de que se haya abierto el casco urbano sin restricciones a los motoristas, puesto que ello «evitará los atascos y se conducirá mucho mejor».

Para esta edición, Cherokee les han conseguido una casa que compartirán con un nutrido número de miembros del Moto Club de Faro (Portugal) en Picadueñas. Se trata de un amplio inmueble con nada menos que 34 camas donde dormirán también el luso Antonio Vasco y sus compatriotas.

Un viaje para disfrutar

Esta expedición partirá en la mañana de hoy de la citada ciudad del sur del país vecino y está previsto que lleguen por la tarde, pues piensan disfrutar del viaje y tomárselo con calma, parando aproximadamente cada 50 kilómetros. Esta cifra, 50, son las personas que componen el grupo en el que se mezclan mujeres y hombres de todas las edades y oficios con un interés común: ser testigos directos del campeonato y pasar unos días inolvidables en uno de los mejores ambientes moteros del mundo.

Jesús Vega, presidente de Cherokee, acogerá a todos los aficionados con los brazos abiertos y confía en que en esta ocasión la afluencia de visitantes sea mucho mayor. «Yo creo que se va a incrementar bastante más que otros años, pero no por la coincidencia de la Feria y esas cosas. Al aficionado lo que le interesa es que los pilotos españoles están ganando más y además con las lluvias y el mal tiempo que hemos sufrido en todas partes, todo el mundo está deseando coger la moto».

La convivencia entre los diversos clubes es otro de los motivos que impulsa a motoristas de toda España y el extranjero a venir cada año. Desde que el club jerezano promovió en 2003 una multitudinaria concentración en Chapín, se han unido muchos lazos como los del Moto Club Faro o los alemanes Trappers, que han decidido que nunca más se perderán esta multitudinaria fiesta.