El juez instructor del Supremo Luciano Varela. :: EFE
ESPAÑA

Garzón seguirá en su puesto hasta que se resuelva la recusación

MADRID. Actualizado: Guardar
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La suspensión de Baltasar Garzón se dilata. La recusación planteada por el juez de la Audiencia Nacional contra Luciano Varela, el instructor del Supremo que lo ha procesado por prevaricación, ha dado oxígeno a su compleja situación procesal.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) esperaba que el alto tribunal le enviara esta semana el previsible auto que sentará al juez en el banquillo de los acusados por investigar los crímenes del franquismo, lo que conllevaría su suspensión casi automática. Sin embargo, el Supremo prefiere resolver antes que nada el incidente formulado contra Varela para dar después el paso final: llevar a juicio a Garzón.

El pasado viernes, Garzón recusó al juez Varela y pidió su sustitución como instructor de la causa por «haber manifestado interés directo en el procedimiento y parcialidad en el mismo» cuando otorgó un día de plazo para que las acusaciones populares, Manos Limpias y Falange Española de las JONS, corrigiesen «defectos de forma» en sus escritos de acusación.

El juez venía a decir que Varela orientó y asesoró a los querellantes en el proceso, pese a que ese mismo día éste decidió expulsar a Falange del mismo por una sutileza jurídica: pasarse del plazo señalado para subsanar los errores de su escrito. Una decisión que las asociaciones de la memoria histórica tildaron de «operación de maquillaje» para suavizar las críticas que desde el extranjero llegan al máximo órgano judicial español.

Pese a que desde el Tribunal Supremo aseguran que la recusación de Varela no paraliza la tramitación del procedimiento contra Garzón, fuentes judiciales reconocen que el incidente planteado por éste retrasará la apertura de juicio oral, que tendría que decretar el propio Varela una vez que la Sala de lo Penal resuelva el recurso de Garzón sobre el auto de procesamiento dictado por aquél el pasado 7 de abril.

A la espera de este momento procesal, el juez Varela tiene que resolver antes su recusación. Si la rechaza de plano, Garzón aún puede recurrir en apelación a la Sala de lo Penal, formada por 14 magistrados, ya que Varela no podría participar en la deliberación y posterior votación al estar recusado.

Tres semanas

En caso de admitirla, el proceso se podría prolongar unas tres semanas más antes de llevar a juicio al juez, lo que implicaría su suspensión temporal de la Audiencia Nacional hasta que no haya una sentencia firme.

Pese a no ver motivos para ser recusado, fuentes del Supremo aseguran que Varela podría admitir el incidente en virtud de un principio elemental: no perjudicar el derecho de defensa de Garzón. Entonces se dará traslado a las partes (Ministerio Fiscal, Manos Limpias y defensa) para que aleguen lo que consideren oportuno. A continuación, la Sala de lo Penal deberá nombrar a un magistrado para instruir el expediente y otro para sustituir a Varela al frente de la instrucción del 'caso Garzón', en tanto se resuelva la recusación.

Mientras, y puesto que la ley quiere que el proceso no se paralice, el magistrado sustituto tendrá la posibilidad de abrir juicio oral o de archivar la causa si considera que los hechos no son constitutivos de delito, tal y como ha sostenido la Fiscalía desde que Manos Limpias presentó la querella contra Garzón.

Por su parte, el Consejo General del Poder Judicial sigue atento el devenir de la causa por si se decreta la apertura de juicio. En ese caso, el órgano de gobierno de los jueces convocaría un pleno extraordinario para votar la suspensión temporal del juez de sus funciones.