EL PUERTO

Asaltan de madrugada un supermercado en El Tomillar y se llevan 10.000 euros

Los ladrones no dejaron huellas, las alarmas no saltaron y tampoco se forzó ninguna puerta

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«Esto no lo han hecho ladrones de medio pelo. Sabían muy bien lo que hacían». El supermercado Covirán de la barriada de El Tomillar fue objeto de robo la madrugada del sábado. Los ladrones entraron sin forzar las puertas y burlaron todas las medidas de seguridad, reventaron el encofrado de la caja fuerte y se la llevaron con los 10.000 euros que contenía en su interior. La Policía no ha encontrado ninguna huella.

«Abrí como todas las mañanas y cada empleado comenzó con su tarea: preparar la carnicería, limpiar, abrir las cajas» -recuerda Daniel Muñoz, dueño del establecimiento comercial-. «Fui a por cambio, para poder atender a los primeros clientes y cuando entré en la oficina me encontré con la sorpresa». La presencia de bastantes escombros en el suelo fue «el único signo» de que había algo raro, porque el supermercado estaba en perfecto orden, sin nada revuelto. «Fueron directamente a por la caja fuerte», explicaba ayer Muñoz. Los cacos se movieron por la tienda «como Pedro por su casa».

«No saltó la alarma de ninguna de las puertas y las cerraduras estaban intactas; se habían colado sin más. Esto no lo ha hecho cualquiera». El dueño descartó la posibilidad de que el ladrón forme parte de la plantilla del comercio. «Aparte de mí, sólo dos personas tienen las llaves y son de total confianza».

Sin embargo, Muñoz cree probado que los autores del hurto estudiaron el terreno tranquilamente antes de decidirse a actuar. «Casi todos los que vienen son clientes de siempre y ya los conocemos, pero también hay personas a las que no ubicamos, aunque eso también es normal». Según Muñoz, la Policía Nacional no ha encontrado ninguna pista. «Ahora estamos esperando a que venga el técnico de la alarma y nos explique qué ha podido pasar».

Víctimas del vandalismo

No es la primera vez que este supermercado sufre robos. Hace unos cinco años intentaron entrar en el almacén golpeando la puerta con un vehículo. Con anterioridad se produjo un atraco con escopetas. Y dos años atrás, una panadería aledaña también sufrió varios atracos seguidos a punta de navaja. Así las cosas, el dueño del negocio reclamó más presencia policial en la zona.

«No sólo tememos los robos, sino también los actos vandálicos. Aquí no se ven policías nacionales patrullando y hay muchos moteros desaprensivos, asaltos en viviendas... En defintiva, mucha inseguridad», lamenta Muñoz. «A la Policía se la ve sólo y exclusivamente en la noche de Todos los Santos», cuando los jóvenes de unos bloques aledaños practican la tradición norteamericana de celebrar el día de Halloween. «Después de mucho protestar, los vecinos consiguieron que hubiera vigilancia, pero más allá de eso no hay nada».