El joven isleño, ayer en la estación de Bahía Sur en la que subió al tren del que fue echado. :: Ó. CHAMORRO
SAN FERNANDO

Denuncia a una revisora por expulsar del tren a su hijo menor de edad

El joven compró por error un billete a Sevilla de niño en lugar de uno de adulto y, al no poder pagar la diferencia, tuvo que bajarse en Puerto Real

| CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Cuando se cerró la puerta del tren regional, el menor de 14 años se vio solo en el apeadero de Puerto Real, rodeado de obras, con la taquilla cerrada y con la incómoda compañía de dos hombres que se echaban la siesta tumbados en un banco. Antes de que partiese el tren camino de Sevilla, la interventora que lo había echado, se asomó para asegurarse de que no intentaba subirse de nuevo. Entonces los nervios y la impotencia se apoderaron de él; no tanto por encontrarse solo en un lugar que no conocía -él estaba acostumbrado a viajar sin compañía-, sino sobre todo por la humillación de haber sido expulsado como si se hubiera colado, como si quisiera estafar a Renfe, cuando su pecado había sido sólo equivocarse al comprar el billete: había pedido -como siempre- la tarifa de niño, sin saber que con 14 años recién cumplidos la que se aplica es la de adulto. Cuando la interventora se dio cuenta, le reclamó que pagara los seis euros de diferencia con el billete especial, pero él sólo llevaba tres encima. Intentó convencerla de que era un error y que sus abuelos, que lo esperaban en Sevilla, pagarían el resto. Pero ella se negó y aplicó el protocolo, obligando al menor a bajarse en la siguiente estación, donde su familia lo recogió.

La madre del joven, vecino de San Fernando, ha denunciado a Renfe por este incidente, alegando que habían abandonado a un menor sin supervisión de la Policía o de algún responsable de la compañía -una falta tipificada en el Código Penal, por el artículo 618-. «Ni siquiera se preocuparon por saber si llevaba un móvil o podía llamar a alguien», explicaba ayer la madre, indignada por la manera en que actuó la revisora, pero también por la contestación que recibió a su reclamación: «Me dijeron que eran ''los primeros en lamentar'' lo ocurrido, pero me sugerían que me informase antes de que el billete se ajusta a nuestras necesidades -recordaba ayer la mujer-. Sé que estaban en su derecho a expulsarlo, pero por tres euros yo no pongo en peligro a un menor. Lo único que quiero es que no se vuelva a repetir».

El incidente tuvo lugar el pasado 13 de octubre de 2009, aunque el juicio estaba previsto que se celebrase el pasado lunes en el juzgado mixto número 2 de Puerto Real. Sin embargo, la interventora no acudió ante la jueza, y la vista se pospuso al próximo día 3 de mayo. Fuentes de Renfe evitaron ayer pronunciarse sobre la denuncia, al encontrarse el asunto bajo proceso judicial.