Jerez

Una jerezana pide que su hijo pueda cumplir su condena en una cárcel española

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El preso español Richard A. Meissner y su familia mantienen la esperanza de que la condena a 75 años -prácticamente, cadena perpetua- a la que fue condenado en 1995 en EE UU pueda cumplirla en España, pese a que ya le han denegado la posibilidad de traslado en dos ocasiones. Meissner, de 44 años, de madre jerezana y padre estadounidense trabajador de la base de Rota, cumple condena en un penal de Indiantown, en la costa este de Florida, por el asesinato en primer grado en 1993 de Gina Langeville, a la que apuñaló en un apartamento de la Universidad de Florida tras una discusión.

Los padres del preso, Ángeles Pérez y Gehrardt Meissner, sólo pretenden volverse a vivir a Jerez cuando si hijo pueda ser extraditado a España. «Sólo deseo vivir en mi patria con mi hijo cerca de nosotros», manifestó la madre, quien expresó su decepción por la forma en que les fue denegada su segunda petición de traslado, que nunca llegaron a presentar porque las autoridades no les facilitaron los impresos para ello. «Lo que pasó fue en un momento de arrebato, pero no fue premeditado, como le han acusado. Mi hijo no llevó armas», explicó Pérez, quien aseguró que Meissner «está profundamente arrepentido desde el primer segundo» en que cometió el asesinato.

El preso ha solicitado en dos ocasiones a las autoridades estadounidenses su traslado a España, pero las dos peticiones fueron denegadas, la última de ellas en noviembre de 2009. Pérez solicitó a las autoridades españolas que intercedan para que finalmente su hijo sea trasladado a una cárcel española.

Cuando sucedieron los hechos, Meissner recibió el respaldo de sus vecinos para evitar una condena a la silla eléctrica, que finalmente fue convertida en una pena de 75 años. Durante el proceso, en Jerez se constituyó una plataforma de apoyo y el caso llegó hasta el Parlamento Andaluz.