Deportes/Motor

Ferrari y sus pilotos Fernando Alonso y Felipe Massa, en busca de la paz perpetua

SEPANG. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuatro y media de la tarde en Sepang. Sol y un bochorno asfixiante que precede a una tormenta-diluvio. Poca actividad por el 'paddock' de Malasia en un jueves tradicional de F-1. Muchas ruedas de prensa, día de relaciones sociales y ningún coche que esparza decibelios por la estancia, salvo los que proyecta el vehículo de seguridad, de entrenamiento por el trazado. El campo base de Ferrari concita a esa hora la atención de los medios. Habla Alonso y después le toca a Massa. Cuando se cruzan por el pasillo que forma la tropa de periodistas, se saludan con cierto afecto. Alonso aprieta los hombros del brasileño y éste palpa los lomos del español. Otro gesto de cohabitación, que aunque mínimo, resume el estado de las cosas. Ferrari y sus pilotos buscan la paz perpetua, pese a que en el ambiente se anuncia pelea.

Fernando Alonso lleva grapado el espíritu de Madonna en el equipaje. El buen rollo de la pretemporada en la estación invernal, trasladado al campo de batalla, al Mundial 2010.