La joven Hermandad de la Paz, de la parroquia de Fátima, demostró una vez más que ha vuelto a crecer en número de hermanos, en estilo y en la espectacularidad de su cortejo procesional. :: ESTEBAN
Jerez

Brillante prólogo para la Semana Santa jerezana

El prelado confirma que la Paz de Fátima irá el año que viene a la Santa Iglesia Catedral pasando por la Carrera Oficial

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Desde hace años disfrutamos de un día más de cofradías, de un buen regalo que nos aportan las hermandades que aún no están listas para llegar a la Santa Iglesia Catedral, pero que trabajan sin descanso para poder acceder sin problemas al Palquillo de la Carrera Oficial en un futuro cercano. Y es cercano, sobre todo si tenemos en cuenta la calidad de lo que vimos ayer, y la evolución de ambas cofradías con respecto al año pasado.

Es el Sábado de Pasión el día de las Vísperas gozosas, un cúmulo de sensaciones que ahora viajan hasta la barriada de Fátima o a San Dionisio, pero que en años anteriores nos llevaron hasta el Pelirón con el Consuelo, a ver la Redención con su alegría salesiana o a la algarabía de la hermandad del Soberano Poder. Y es el día al que accederán agrupaciones como la Sagrada Mortaja en un futuro cercano.

La Paz de Fátima Enorme crecimiento

Había expectación por comprobar la evolución de la hermandad de la Paz de Fátima, tras la agradable sorpresa que se llevó la ciudad el año pasado con la cofradía del Sábado de Pasión. Y en la apuesta, la hermandad de la Paz ha vuelto a salir ganadora, gracias al espectacular aumento que ha experimentado el cortejo de nazarenos de la corporación. Resultó tan ganadora que José Mazuelos confirmó que el año que viene engordará las filas de las hermandades que van a la Catedral.

Con sus capas alegres, sus antifaces de color carmesí y sus botonaduras rojas, el hábito de nazareno de la hermandad de la Paz se ha convertido en apenas un par de años en una de las túnicas más bonitas de la Semana Santa jerezana.

El paso de la Paz de Fátima anduvo fino y elegante, pero sabiendo conectar con un barrio necesitado de alegría y pasión. Al compás de la agrupación musical, y con unos andares muy personales, los costaleros de la Paz demostraron estar al nivel del resto de hermandades jerezanas, por no decir un punto más allá. Espectaculares fueron los momentos que se vivieron cuando la cofradía buscó el parque de bomberos, minutos antes de su recogía.

Humildad y Paciencia Romanticismo

Es diferente, y eso es lo que importa. La hermandad de la Humildad y Paciencia aporta algo nuevo a la Semana Santa jerezana, un putno de romanticismo y de pieda popular de la que estaba muy necesitada nuestra ciudad. Poco ha importado que la cofradía no saque este año el paso gaditano que tan bien sentaba al Señor de la Humildad y Paciencia, porque gracias al espectacular trabajo en carpintería de Javier Perdigones la cofradía ha podido salir en su paso de misterio, que será similiar en trazos al que ha venido sacando hasta ahora.

El cortejo de nazarenos, sencillamente exquisito, demostró una vez más que es más importante la calidad que la cantidad, y la salida desde San Dionisio y la llegada a San Miguel fueron sin duda los momentos más importantes de la estación de penitencia de la cofradía.