Un funcionario y dos trabajadores detenidos por colaborar con los Galán

La investigación del 'caso Toscana' se había descafeinado por completo con las últimas decisiones judiciales que pusieron en la calle a los siete implicados que habían sido enviados a prisión, entre ellos el torero Juan Pedro Galán y su padre; o con el último auto firmado por la jueza instructora que ha trascendido, y que supuso el desprecinto de los clubes de alterne de la familia empresaria. Sin embargo, una nota de prensa de la Guardia Civil que llegó ayer a las redacciones a la hora del almuerzo, ha devuelto a la actualidad un asunto que parecía haberse quedado sólo como aperitivo del cotilleo.

El Instituto Armado confirmaba ayer el arresto de un individuo en Jerez. Sin embargo, este periódico pudo confirmar al cierre de esta edición que esa cifra ya se había quedado obsoleta y que los agentes de la Policía Judicial habían ejecutado otras dos detenciones más en suelo jerezano y en El Puerto. Esta nueva fase de la 'operación Toscana' eleva, por ahora, la lista inicial de imputados hasta las 18 personas.

Las mismas fuentes consultadas explicaron a este medio que los nuevos sospechosos son dos empleados de los Galán, que han estado trabajando en el club de alterne que tiene la cadena Galantería en Jerez (el Aloha) y un funcionario. Sobre este último, este periódico supo que podría tratarse de un veterinario. Si bien, es un dato que no fue cotejado con las fuentes oficiales de la investigación, ya que la Guardia Civil se limitó a confirmar el primero de los arrestos.

De los tres detenidos, sólo uno de los trabajadores se quedó recluido en los calabozos de la Comandancia de Cádiz tras ser interrogado por los agentes. Será hoy cuando pase a disposición judicial, imputado en los delitos de explotación sexual, blanqueo y falsedad documental. Son las mismas acusaciones que se esgrimen contra los Galán y sus colaboradores más cercanos como el antiguo mozo de espadas de Juan Pedro Galán (José Luis T. F.), que aparece como administrador de los clubes de alterne o los encargados de los prostíbulos que fueron apresados en la primera parte de la operación. Tan sólo hay un delito que los agentes no han incorporado en esta ampliación de su atestado policial: la asociación ilícita, aunque esos cargos pueden ser modificados por la instructora.

Implicación menor

Los otros dos detenidos fueron interrogados en el cuartel y directamente quedaron en libertad, aunque pendientes de la citación judicial. Las mismas fuentes señalaron que su nivel de implicación podría ser menor, de ahí que los agentes los dejaran marchar aunque con el anuncio de su imputación.

Aunque la imagen de Juan Galán y su hijo saliendo de Puerto II parecía el punto final de la operación, no era ningún secreto que la Guardia Civil seguía investigando. Hay detalles del asunto que aún no están en manos de las defensas y que podrían arrojar nuevas detenciones. Por ahora, salvo el arresto del funcionario, que está vinculado a otra línea de investigación; los otros dos empleados estarían bajo sospecha por haber participado supuestamente en la situación de explotación sexual que podrían estar sufriendo algunas prostitutas. Sin embargo, hasta la fecha, tan sólo hay un testimonio contundente contra la familia, que llegó a decir que la segunda esposa de Juan Galán, María Isabel Aguilar, captaba chicas en Nigeria. Pero esta testigo es una trabajadora que hace años ya no trabaja para esos clubes.