Un tranvía mancomunado

Al parecer, el que veamos por Cádiz, San Fernando y Chiclana el tranvía va en serio. Independientemente de las mejoras de comunicación que ello supone a mí se me antoja destacar que el tranvía responde a la búsqueda de alternativas por un mejor medio ambiente. Además, ahorra energía. La inclusión en nuestra Bahía del tranvía puede que sea derivado, entre otras razones, de esta inquietud. He hablado con los viejos del lugar y dicen que ellos conocieron el tranvía en Cádiz y San Fernando, que de eso hace cerca de sesenta años, que lo recuerdan con simpatía. He hurgado en mi archivo y encuentro estos datos sobre el tranvía. Fue en 1842 cuando el ingeniero francés Loubat estableció las primeras líneas de tranvía en Nueva York. En 1870, Madrid ofrecía el servicio de tranvía de tracción animal. Más tarde, ya en el siglo XX, se inauguró en Barcelona el primer tranvía eléctrico. En el año 1897 la Societé Generales de Traction Electrique de Lyón esperaba respuesta sobre el estudio que presentó al Ayuntamiento de Cádiz a fin de instalar uno de esos tranvías en la capital de nuestra provincia. Pese a los años que han transcurridos, en algunas ciudades ha perdurado. En la capital austriaca, Viena, forma parte de su vida diaria al igual que en Lisboa, Nantes, Estrasburgo y otras. En Valencia, después de que este medio fuera desestimado por expertos urbanistas a principio de los años setenta, desde hace varios años volvía a circular por sus calles. Otros municipios como Madrid están preparando su reinstalación al igual que existen estudios en ciudades como Málaga, Zaragoza, Las Palmas y Barcelona.

Aquí en Chiclana, ya se han oído voces en favor del tranvía, aunque existen algunos informes que lo aconsejan sólo para municipios con más de 200.000 habitantes. Este obstáculo es subsanable pues no olvidemos el sentido de mancomunidad que si lo hacemos extensivo a Cádiz, San Fernando y Chiclana ya sobrepasamos la cifra técnica.