Kiko Casilla, Dani Miguélez y Zdenek Zlámal, en el entrenamiento de ayer. :: ANTONIO VÁZQUEZ
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La paciencia del canterano llega a su fin

«Ha habido cambios en todos los puestos menos en la portería y seguimos recibiendo los mismos goles», señala desde la objetividad Dani abandona lo políticamente correcto. «Si no juego ahora, difícilmente lo haré más tarde»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El Cádiz es el equipo más goleado de Segunda con 48 goles, de los que 44 ha encajado Kiko Casilla. Los cuatro restantes aún escuecen en la memoria de Zlámal. De los tres arqueros con los que cuenta el equipo sólo uno se mantiene inédito en Liga. Dani Miguélez es el único en propiedad del club pero ve como se le agota su último año de contrato sin apenas contar con oportunidades. Ayer, en El Rosal, fue llamado por los medios y éstos escucharon lo que querían escuchar de boca del canterano.

Como cansado de esperar y sin miedo ya a guardar formalidades en pos de la unidad del vestuario, Dani pensó en alto lo que lleva mascullando desde hace varias jornadas. «Creo que si en la situación que estamos ahora no juego, va a ser muy difícil que más adelante lo haga». Directo y claro.

La carrera de Dani siempre ha estado llena de obstáculos. En el Cádiz, su casa, nunca ha tenido una oportunidad. Sólo se ha limitado a jugar partidos de trámite o coperos cuando ha formado parte de la plantilla. Y cuando estuvo cedido en Granada no llegó a jugar ningún minuto. Peguero y Gracia le aconsejaron que bajara al filial para que compitiera pero a sus 25 años ni se lo llegó a plantear. A pesar de todas las puertas que se ha encontrado cerradas, el gaditano no quiere perder la esperanza. Y mucho más en una semana donde las críticas hacia Casilla se han multiplicado después de los cuatro goles que encajó en Cartagena y los tres que aún colean del día del Albacete. «Todos los jugadores de la plantilla trabajamos a diario para un puesto y yo vengo esperando mi oportunidad desde el principio y cada día entreno para ello», dijo desde el convecimiento.

«Recibimos muchos goles»

Puesto a meterse en fango, Dani dio su visión de las cosas y no fue lo que se suele decir, políticamente correcto para con su colega en la portería Kiko. «Estamos recibiendo muchos goles. Han estado cambiando todos los puestos menos la portería y seguimos recibiendo los mismos goles. Los goles lo encaja todo el equipo, pero el míster es el que tiene la decisión de poner el once que cree que le va a resultar», soltó con rotundidad.

Y si a alguien le quedaba alguna duda sobre su ambición, el canterano lo dejó claro en una frase que puede encerrar la idea de injusticia que puede estar sintiendo. «Yo soy un jugador más y tengo el mismo derecho de jugar. Si no estuviera preparado no iría a las convocatorias».

Tan claro tiene que puede dar el salto al once en cualquier momento que, sin faltar a ninguno de sus compañeros, dice estar capacitado para jugar de inicio pero como cualquier otro. «Ahora somos cuatro porteros entrenando con el primer equipo y cualquiera podemos ir. Últimamente estoy yendo yo a las convocatorias y por algo será, supongo que porque el míster confía en mí», dice con la esperanza propia del que sabe que está entrenando bien a ojos de su entrenador, que es quien decide al final.

Pero no por esta competencia directa que mantiene con Kiko Casilla se va a enturbiar su relación con el tarraconense. Por ello, sufrió como el que más los pitos e insultos que recibió Casilla en el partido de Carranza ante el Albacete. «Es una situación difícil porque a ningún compañero se le desea que se le insulte desde fuera, y más a Kiko, que más que un compañero es un amigo. Terminó el partido y fui el primero en abrazarlo», quiso recordar.

No ha jugado ningún partido de Liga pero no por ello se mantiene al margen de la actualidad. Este semana llega el Rayo Vallecano al Ramón de Carranza, «un rival directo». Dani además hace sus propias cuentas de la salvación. «Tenemos que ganar siete u ocho partidos para matemáticamente salvarnos y da igual como sea, para poder después respirar y disfrutar de las vacaciones», concluía.