La victoria más amarga de la temporada

V ictoria amarga. Así podría definirse el triunfo conseguido por el DKV Jerez en tierras malagueñas el sábado ante el CB Estepona. El triunfo es el mejor remedio en los equipos para paliar todo tipo de situaciones, pero a pesar de ello, el tesón y el ánimo de los jugadores jerezanos parece no crecer. Con todo, la profesión se lleva por dentro y los jerezanos dieron un golpe de casi campeón en la categoría al vencer a un Estepona que no le puso las cosas nada fáciles a lo largo de los cuatro parciales.

Con todo, el DKV Jerez saltó a la cancha enchufado. Torres volvió a ser el mejor de los jerezanos con sus 18 puntos. El pívot, jornada a jornada, continúa destrozando a los rivales bajo el aro gracias sobre todo a su poderío físico.

Por su parte los locales, aunque iban por debajo en el marcador desde el inicio, no arrojaban la toalla y con Cazorla, el mejor anotador del partido con 27 puntos, no se daba por vencido y sacó toda la garra en el segundo cuarto para intentar doblegar al conjunto entrenado por Toa Paterna que continúan demostrando su hambre de victoria allá por donde van.

El descanso sirvió para coger fuerzas y DKV Jerez volvió a poner tierra de por medio para sentenciar a un rival que demostró saber hacer las cosas, pero que le faltó mayor ambición para conseguir el triunfo.

Al final, nuevo paso al frente del DKV para asegurar la primera plaza en la Liga EBA en una situación complicada, ya que los jugadores siguen sin cobrar. En este sentido, tras la finalización del partido, Toa Paterna se mostró contento con la victoria pero preocupado por el estado anímico de toda la plantilla debido a la situación económica en la que se encuentran, ya que siguen sin cobrar: «Es lamentable que con todas las promesas que nos han hecho no se cumplan. El Ayuntamiento nos dijo hace mes y medio que cobraríamos en dos o tres semanas y nos vamos a meter en abril y siguen aplazando pagos. No podemos más. El equipo no puede más y no puedo tirar del equipo con estos ánimos. Había jugadores que no querían jugar el partido, ya no hay ánimos».