Lomana durante una de las actuaciones en el último programa de 'Más que baile'. :: TELECINCO
Sociedad

Carmen... eres «un tesoro nacional»

Eso dice de ella el cronista de moda de 'The New York Times', que la vio en Cibeles

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Por mucho que le pese, a Carmen Lomana un montón de gente la acaba de descubrir ahora. Es una de las aprendices de bailarina que concursa en 'Más que baile' ('Mira quien baila' antes de que un juez prohibiera a Telecinco usar el mismo título que TVE) y una fija de la pasarela Cibeles... Ella no desfila, ella mira. Porque no es modelo, es «una millonaria», «una coleccionista de moda», «un icono social», y ahora también «un tesoro nacional de España, una 'ultrarica'». Así la ha bautizado el crítico de moda y tendencias de 'The New York Times'. Este señor estuvo en Cibeles y quedó encantado con Lomana. Con su pluma le alaba el buen gusto a la hora de vestirse. «Se trabajó su aparición con su chaqueta de Balmain con hombreras en pico» en el 'front row', esa primera fila de asientos donde las famosas se pelean por sentar el culo, ya que les asegura la foto. Allí estaba Carmen Lomana, que aunque ahora se dedique a bailar en la tele con Belén Esteban -han hecho muy buenas migas y asegura de la de San Blas que «tiene una humanidad que emociona»- no descuida sus obligaciones como 'celebritie'. Dice Lomana que está un poco harta de que la tachen de pija y de que la critiquen por decir cosas como que no tiene armarios, «sino habitaciones enteras» llenas de trapos. «No me gusta que digan que tengo encefalograma plano», advierte Carmen, una mujer «cercana» que se lleva estupendamente «con los travestis» de su barrio. «Me piden cosas. Uno de ellos, ropa para ir a una comunión y le bajé algún vestido. Cuando regresó me trajo un detalle». Pero para 'perla' célebre, la que soltó en un programa de televisión en el que le preguntaban por la crisis: «Veo a amigos que tienen mucho patrimonio y no lo pueden vender. No tienen dinero 'cash' para ir al supermercado. Pero el pobre de siempre, el que ha estado pidiendo, pues bueno... está acostumbrado. Lo peor es la pobreza en las personas que han tenido un trabajo, que viven bien y que de repente se encuentran con que les embargan la casa...».