Muñiz también prepara su particular revolución para el derbi ante el Xerez

Juan Ramón Muñiz podría lavarle la cara al once del Málaga que jugó de salida en el Camp Nou. En ningún caso sería un castigo a los titulares la noche del sábado, que mantuvieron muy buen tono. Sería algo más parecido a una revolución tranquila, si es que vale esta asociación para referirse a sustituciones hasta cierto punto normales. No cabe la sorpresa en el hecho de que vuelvan Jesús Gámez y Benachour, porque ya han cumplido sus correspondientes partidos de sanción. Además, Stepanov se lesionó, Mtiliga se entrena con normalidad e Iván y Caicedo podrían estar disponibles el domingo, a tenor del informe médico hecho oficial ayer por el club.

Además, Muñiz señaló ayer que «caer en la relajación» durante el partido del próximo domingo ante el Xerez «sería un error», ya que el equipo «no tendría nada que hacer» al recibir a otro conjunto de «Primera que va a ganar partidos y que va a intentar conseguir su objetivo».

Muñiz, en conferencia de prensa, puso de ejemplo a su propio equipo, ya que «hace poco estaba en descenso y el que se relajaba perdía», por lo que será un partido «muy difícil». Para intentar sacar el partido adelante, el Málaga tendrá que tener mucha paciencia debido a que «el encuentro dura noventa minutos», aunque la afición pedirá que los goles «lleguen rápidamente» pero decantar el partido en el minuto cinco en Primera «no ocurre, ni a los equipos grandes les pasa».