García León, junto a Fernando Lepiani, presidente de la Asociación Consular de Cádiz. :: antonio vázquez
CÁDIZ

Tierra de cónsules

El historiador José María García León explicó ayer en el Casino la importancia de los 'lobbys' y representantes de los diferentes países A finales del siglo XVIII, poco antes de la llegada de los diputados, había quince delegados extranjeros en la ciudad

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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En los tiempos en que Cádiz era la ciudad 'antipalurda' por excelencia, había cerca de 15 cónsules censados. Así lo revela el almanaque mercantil de 1795, una especie de anuario en la que se reflejaba el número de personas que trabajaban en los diferentes sectores económicos. Y así lo contaba ayer el historiador José María García León en el Casino Gaditano, ante varios representantes diplomáticos.

La cita corrió a cargo de la Asociación de Cónsules acreditados en Cádiz, que preside el titular de Haití, Fernando Lepiani y a la convocatoria respondieron, entre otros, los cónsules de Filipinas, Fernando Blanco; Reino Unido, Juan Castelví; Liberia, Federico Sahagún; el de Uruguay, Julio Azancot, y el adjunto del Perú, Luis Pablo Salamanca. Estos dos últimos, llegados de Sevilla para asistir al acto. Entre el público también se pudo ver al ex concejal del PA Pepe Álvarez; al abogado José Ramón Pérez Díaz-Alersi, al historiador Francisco Pone o al catedrático de la UCA Alberto Ramos Santana.

Lo primero que quiso aclarar García León es que la figura del cónsul entonces no se corresponde con la actual. «Son lo más parecido a lo que ahora sería una cámara de comercio», aclaró.

La razón de tan numerosa representación diplomática hay que buscarla en la tradición mercantil de la ciudad, a pesar de que cuando se realizó el mencionado censo, Cádiz ya había perdido el monopolio del intercambio con América. Pero es que además, en Cádiz había entonces entre 2.000 y 3.000 extranjeros, de una población total que rondaba los 72.000 vecinos.

Cádiz era entonces el equivalente a la ciudad cosmopolita que era Barcelona. Así lo refleja el marqués de Villaurrutia, por ejemplo, en una carta que le escribe a su madre: «Al igual que en Barcelona, aquí sólo se habla de dinero».

García León explicó primero el contexto histórico del momento para luego empezar a detallar las la importancia del papel de los cónsules durante los siglos XVIII y XIX. Un papel fundamental, por ejemplo, en la alianza entre la España que resistía a Napoleón (con capital en Cádiz) e Inglaterra.

Los ingleses tenían grandes intereses económicos en la guerra de independencia, sobre todo en las consecuencias que se derivaban para las colonias americanas. Con la independencia de esos territorios se abrían grandes posibilidades económicas para Inglaterra. En Cádiz, por ello, llegó a haber un 'lobby' inglés, que logró tener una gran influencia.

La presencia más numerosa venía -desde siglos atrás- de las distintas regiones italianas (entonces no existían como país, igual que Alemania).

García León amenizó su charla con algunas anécdotas de los diferentes cónsules que pasaron por tierras gaditanas.