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DIGES

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Lo peor que le puede pasar a uno es que alguien tire un petardo en el mismo instante en que te dan un premio: durante días la gente no hablará de otra cosa que del petardo y tu premio pasará desapercibido. Eso es lo que le ha pasado al pobre Daniel Diges, que, aunque usted no lo crea, será el representante de TVE en el próximo festival de Eurovisión. Sí, hombre, sí: Diges, ese muchacho espigado de melena Garfunkel que cantaba 'Algo pequeñito'. La cosa tiene gracia, porque si usted pone al lado a Diges y al Cobra, le sale algo así como una versión hortera de Don Quijote y Sancho, salvadas sean las abismales distancias. Hace poco un periódico entrevistaba a Diges, o sea, al de Eurovisión de verdad (que no: que ya le estoy diciendo que el Cobra no va a Eurovisión) y le preguntaba por la mar y los peces. Naturalmente, también le preguntaban por el 'suceso' de la gala. «Había muy buen rollo con John Cobra», decía Diges como poniendo tiritas en una pierna amputada. Al muchacho hay que reconocerle que se sabe plantar muy bien delante de la tele y hablar como si no hubiera hecho otra cosa en toda su vida.

Son las ventajas de la naturalidad. Lo de la canción ya es harina de otro costal. A mí me recuerda un poco a aquella especie de vals que llevó en su día José Vélez, pero a lo mejor esto es porque uno ya se va haciendo muy mayor. En la entrevista mencionada, Diges decía otra cosa interesante, a saber: que, después de todo, el follón de Cobra no ha venido mal, porque ahora todo el mundo habla de Eurovisión, cosa que, sin el 'suceso', no habría pasado. La peor mentalidad del sensacionalismo mediático va haciendo mella en las nuevas generaciones: que hablen de mí aunque sea mal, o más aún, que hablen de mí aunque sea bien. En fin. Mientras tanto, los magos del marketing efímero ya mueven sus fichas y en ese mundo virtual que se llama Facebook ha surgido un grupo de fans de Diges. Se llaman a sí mismo 'pequeñines', por el título 'pequeñito' de la canción. Deben de ser tan jóvenes que ninguno recordará la vieja campaña: 'Pezqueñines, no, gracias'.