ESPAÑA

Zapatero pide rebajar la tensión y el PSOE acusa al PP de «no dar ni palo»

El presidente del Gobierno insiste en que España ha sido víctima de una «concertación especulativa» que ha perjudicado su imagen

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero intentará que el PSOE genere el clima adecuado para alcanzar un pacto con el Partido Popular. Ése fue el compromiso del presidente del Gobierno durante una rueda de prensa en La Moncloa. «Vamos a poner todo el empeño en buscar acuerdos para la recuperación económica, por supuesto, también con el PP», dijo. La promesa tiene sus dificultades. Los socialistas dan por sentado que el primer partido de la oposición buscará el modo de boicotear el diálogo y se resisten a aparcar los epítetos que a diario dedican a Mariano Rajoy.

Menos de 24 horas después de que el jefe del Ejecutivo lanzara en el Congreso su oferta para negociar cuestiones relativas a la productividad, la política industrial, el sistema financiero y la reducción del déficit, el vicesecretario general del PSOE y comisionado político para el acuerdo, José Blanco, acusó al líder del PP de «egoísmo» y «codicia». Y apenas unos minutos antes de que Zapatero asegurara que fomentará el entendimiento, la secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, invitó a los populares al diálogo, sí, pero tras subrayar que hasta ahora sólo han mostrado su determinación a «no pegar ni palo» y a torpedear la recuperación económica.

Las palabras de la portavoz socialista llegaron después de una reunión de la ejecutiva del PSOE en la que el presidente del Gobierno defendió que su propuesta no es ni táctica, ni un mero artificio político, y en la que solicitó a los suyos que hagan todo lo posible para facilitar el entendimiento con el resto de fuerzas parlamentarias. De ahí que Leire Pajín también diera una de arena y, a ratos, empleara un tono conciliador. «Tenemos mucho que perder si no hacemos nada y, sin embargo, mucho que ganar con sólo un poco de compromiso colectivo y responsabilidad compartida», animó.

Zapatero -que tuvo que marcharse de inmediato a La Moncloa para atender al primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan- quitó hierro después a los dardos dialécticos disparados desde sus propias filas y los situó dentro de la relación ordinaria entre el partido gubernamental y el opositor. «Todos los días tenemos declaraciones, pero el jueves vamos a ponernos a trabajar», anticipó. Ése es el día en el que la comisión formada por la vicepresidenta segunda, Elena Salgado; el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y Blanco se reunirá en el Ministerio de Fomento con todos los grupos para discutir sobre un primer borrador en el que ya trabaja el trío.

Edad de jubilación

La cita se produce además después de la huelga que los sindicatos han convocado hoy en protesta por la iniciativa del Gobierno para alargar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años. Si la convocatoria ha acabado con la excelente relación que hasta ahora mantenía Zapatero con los sindicatos no lo parece. Los socialistas se muestran tranquilos. Sostienen que la reforma de las pensiones debe abordarse con las fuerzas políticas en el Pacto de Toledo y que lo preocupante sería, en todo caso, tener a UGT y CC OO en contra con la reforma laboral. No es así. «Siento que he tenido y tendré la colaboración responsable de los sindicatos. Estoy agradecido por ello», alabó el presidente.

Ahora lo que preocupa al Gobierno es la imagen de España en el exterior, aunque Zapatero insistió en defender su actuación y mantuvo que el país ha sido víctima de una «concertación especulativa». Es más, respaldó que el ministro de Fomento hablara incluso de «conspiración» para debilitar al euro. A su juicio es «evidente» que se están produciendo «movimientos a corto» en los mercados para lograr beneficios a partir de «datos, análisis u opiniones» sobre la evolución de las deudas públicas de algunos países, y también que ha habido inversores que se han puesto de acuerdo en sus operaciones. «Podrá estar dentro de la legalidad, pero habrá que hacer una reflexión», protestó.