ESPAÑA

El Gobierno rehúsa hablar sobre el rescate de los cooperantes

Las autoridades de Malí dejan en libertad a cuatro presos de Al-Qaida, como reclamaba la organización terrorista

MADRID. Actualizado: Guardar
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Prudencia es la consigna que propagan los círculos de poder y diplomáticos para evitar que se frustre la liberación de los tres cooperantes españoles secuestrados por Al-Qaida. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no salió de su mutismo al abordar el asunto, acerca del que pidió que se guarde la máxima discreción «para que las cosas salgan bien». Zapatero intentó zanjar el asunto con un «no hay novedades», a pesar de las informaciones aparecidas este fin de semana en el sentido de España ha pagado cinco millones de dólares a cambio de la libertad de los rehenes.

Con intenciones igualmente evasivas se manifestó el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien rehuyó confirmar si se había ya desembolsado el rescate que reclama Al-Qaida, organización que se apoderó de Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta el 29 de noviembre del año pasado en la carretera que une Nuakchot y Nuadibú (Mauritania). Aunque Zapatero eludió hablar sobre las gestiones del Ejecutivo para resolver el problema, lo cierto es que hay hechos que apuntan a un inminente desenlace del cautiverio. Una prueba de ello es que las autoridades de Malí han accedido a extraditar a Mauritania a un hombre presuntamente implicado en la captura de los tres españoles.

El ciudadano extraditado es Amar Uld Sid'Ahmed, más conocido como 'Omar Saharaui', quien al parecer suministró los vehículos para perpetrar el secuestro. Otra noticia abona la hipótesis de que la liberación de los cooperantes está cerca. Malí se ha avenido a dejar en la calle a cuatro presos de Al-Qaida, con lo que satisface una de las reivindicaciones de la red terrorista, que amenazó con asesinar al rehén francés Pierre Camatte si no se atendían sus peticiones.