ESPAÑA

Cospedal afirma que si el PP no pacta será culpa del Gobierno

Esperanza Aguirre «ironiza» sobre un Ejecutivo de concentración nacional, con Economía y Trabajo bajo control popular

MADRID. Actualizado: Guardar
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Ni de malo ni de cooperador necesario. La dirección popular quiere evitar cualquier papel antipático en la comisión anticrisis, creada por José Luis Rodríguez Zapatero para lograr un amplio consenso que respalde futuras reformas estructurales en la economía española. «Si el PP no está en el pacto, la culpa será del Gobierno», aseguró ayer María Dolores de Cospedal tras la reunión del comité nacional de su partido.

Mariano Rajoy, en una intervención reservada a la cúpula del PP, también endosó al Ejecutivo cualquier responsabilidad ante un supuesto fracaso en la búsqueda de un gran acuerdo. El líder de la oposición denunció la nula «sinceridad y fiabilidad» del Gobierno a la hora de ofrecer consenso.

Una credibilidad que el Ejecutivo quebrantó, a juicio de Rajoy, cuando negó la crisis hace dos años y a la hora de hacer previsiones de recuperación. Es más, situó la creación de la comisión en la preocupación existente dentro del PSOE, no tanto por la situación de la crisis económica como por el resultado de las encuestas, que otorgan una considerable ventaja electoral a los populares con respecto a los socialistas.

«Propuestas, no exigencias»

De Cospedal, en rueda de prensa, abundó en la idea expuesta por su jefe de filas y negó que su formación haya puesto exigencias antes de la reunión convocada por el 'triunvirato' ministerial el jueves, aunque reconoció que sí han hecho proposiciones irrenunciables, como la rebaja del IVA e IRPF, la reducción del gasto público en 10.000 millones de euros durante 2010 -el doble del que anunció el Gobierno-, la reestructuración del sistema financiero, con especial énfasis en las cajas de ahorro, y la reducción de un 25% de altos cargos.

Por el contrario acusó al Gobierno de haber condicionado la comisión, al rechazar de forma tajante la posibilidad de bajar los impuestos. «Esto no es más que otro engaño a los españoles», indicó. Durante el cónclave de ayer intervinieron, además de Rajoy, otros cuatro dirigentes populares. Esperanza Aguirre acaparó toda la atención al proponer la creación de un gobierno de concentración nacional para salvar la crisis.

La presidenta de Madrid llegó, incluso, a poner nombre a los dos ministerios que reclamaba que pasaran a manos del PP. Aguirre quiere a Cristóbal Montoro al frente de Economía y Hacienda y a Javier Arenas como máximo responsable de Trabajo, los mismos cargos que ambos desempeñaron en los gabinetes de José María Aznar. La alocución de Aguirre, como el resto de las que se celebraron ayer en la calle Génova, se realizó a puerta cerrada, por lo que no hay constancia textual del discurso ni se puede interpretar el tono.

Fuentes populares, sin embargo, situaron la intervención de Aguirre en el terreno de la «ironía» y, en ningún caso, en el de la propuesta. Una puntualización que no evitó cierto revuelo.