Rebuelta se despide tras dos décadas dedicado a trabajar por el brandy

Durante dos décadas este hombre de carácter, tanto como el que atesora la bebida por la que ha trabajado y luchado a brazo partido, ha visto como su nombre se unía al del brandy de Jerez. Ricardo Rebuelta ha llevado por el mundo la promoción de este espirituoso del que ha dicho en incontables ocasiones que es único porque, a diferencia de otras bebidas, procede el vino; del que ha defendido que es saludable si se toma con moderación y, sin duda, un placer para los sentidos; y por el que ha recorrido el mundo, haciendo siempre especial escala en México y Filipinas, verdadero paraíso para este destilado elaborado en Jerez.

No en vano, Rebuelta ha ejercido durante más de veinte años una magnífica labor como secretario general del Consejo Regulador de la Denominación Específica del Brandy de Jerez, y ahora ha decidido poner fin a esta etapa de su vida profesional al servicio del sector para dedicarse a desarrollar otros proyectos particulares.

Y por esa dedicación a la tarea de llevar al brandy hasta las más altas cotas, siempre de la mano de las bodegas elaboradoras, ayer se celebró un acto de público de reconocimiento a esta extraordinaria labor desarrollada durante los veinte años en que ha venido ejerciendo su cargo de secretario general del Consejo Regulador. Así, en la bodega de San Ginés tuvo lugar un almuerzo de homenaje a Rebuelta en el que participaron un numeroso grupo de amigos de los más diversos sectores y procedencias con los que ha entablado relación a lo largo de los años.

Como recordó ayer en su intervención el presidente del Consejo Regulador, Evaristo Babé, «estamos ante una persona excepcional en su calidad humana y profesional, ante una de las personas que más saben de brandy de Jerez, que más ha hecho en su favor y a quien este sector siempre deberá estar agradecido».

Ricardo Rebuelta, tras haber estudiado Ciencias Económicas en la Universidad Complutense de Madrid, cursó en Londres un Master en Relaciones Internacionales en la London School of Economics y otro, posteriormente, en Dirección de Empresas Agroalimentarias en el Instituto San Telmo de Sevilla. Tras una primera experiencia profesional en Londres, en la empresa Rockware Glass, trabajó durante seis años para British Petroleum, en Madrid, y luego, ya en Jerez, para el Consejo Regulador del Brandy de Jerez.

Entre los numerosos asuntos de los que se ha ocupado durante su brillante etapa en el Consejo Regulador merecen destacarse los esfuerzos dedicados al reconocimiento y consolidación de la Denominación Específica Brandy de Jerez, a la potenciación de la imagen de esta bebida espirituosa en los mercados exteriores (Filipinas, Reino Unido, México y Rusia, por citar sólo algunos de los países a los que ha viajado), a impulsar la Campaña de Actualización de la Imagen del Brandy de Jerez, y en definitiva a defender los intereses de la Denominación y de sus compañías y marcas amparadas en todos los foros donde ha sido necesario, tanto nacionales como internacionales.

Como secretario general ha desarrollado una labor clave en hacer del Consejo Regulador del Brandy de Jerez un verdadero modelo de gestión y control, basado en la optimización de los recursos, la reducción de las cargas administrativas y la eficiencia en la gestión con especial atención a la defensa del cumplimiento de los requisitos y standards de calidad como garantía de los consumidores exigidos por el propio Reglamento de la Denominación Específica.

Por todo ello, su figura ha sido clave en la historia del brandy de Jerez y sin duda se le echará de menos. Ahora tendrá, eso sí, más tiempo para dedicarlo a la familia y para centrarse en algunas de las aficiones de las que hace gala, como el Atlético de Madrid.