Un desarrollo deportivo con décadas de retraso

Varias décadas lleva la localidad de Bornos pidiendo a gritos que se mejoren sus vetustas instalaciones deportivas. Las peticiones de los aficionados y deportistas parecen haber sido oídas y la localidad podrá contar pronto con «las zonas deportivas que merece», destaca el regidor Fernando García (PP). En unas semanas, si las inclemencias meteorológicas dan una tregua, se terminarán las obras del nuevo campo de fútbol y este viernes se colocará la primera piedra del Polideportivo Municipal.

Esta nueva instalación contará, además de con la pista de juego, con zonas de vestuarios y otros espacios para el almacenado de materiales. Para ello se van a invertir unos 935.000 euros que financiarán la Consejería de Comercio, Turismo y Deportes, la Diputación provincial y el Ayuntamiento bornense. Las obras tendrán una duración estimada de nueve meses.

El pabellón cubierto de Bornos se va a construir en la nueva zona polideportiva que se está preparando en el polígono industrial Cantarranas, a escasos metros del núcleo urbano. En la misma se está terminado de levantar el citado campo de fútbol que se unirá a la pista polideportiva y la de tenis que actualmente hay en la zona. Además, el complejo se completará con la creación de cuatro pistas de pádel.

Al acto simbólico de colocación de la primera piedra asistirán el secretario General para el Deporte de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, el delegado provincial de Turismo y Deporte, José María Reguera, así como el propio alcalde bornense. Además, aprovecharán la visita a la localidad para comprobar el estado en el que se encuentran las obras del campo de fútbol.

García muestra su satisfacción por la inminente construcción de este pabellón que, junto al campo de fútbol, «va a dotar al municipio de infraestructuras deportivas de calidad, para el disfrute de los jóvenes y deportistas».

Carencias

La localidad de Bornos, a pesar de ser una de las más pobladas de la Sierra con 8.134 habitantes, hasta hace meses carecía de espacios adecuados donde poder disfrutar de la práctica deportiva. En concreto, las mismas se reducían a un viejo campo de fútbol, cercano a la zona del lago, con una pequeña pista deportiva anexa, encontrándose ambos en muy mal estado de conservación.