Jaime García durante la demostración que realizó en el día de ayer en el instituto isleño. :: C. C.
SAN FERNANDO

El hombre calculadora deja boquiabiertos a los alumnos del Isla de León

Es capaz de resolver operaciones complejas en cuestión de segundos incluso, concretar el dinero que salía en un minuto de la Caja

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«Si se han perdido 7,8 millones de euros en cinco años, quiere decir que durante el año se llevaban 1,5 millones, unos 130.000 euros al mes y 4.330 euros al día, lo que significa que debían de desaparecer unos 180 euros a la hora, que equivalen a 3 euros al minuto», exactamente el tiempo que el colombiano Jaime García necesitó para realizar tales cálculos. Y es que, es considerado calculista matemático del siglo y no es para menos ya que se ha hecho famoso por desarrollar los métodos abreviados para resolver problemas por medio del cálculo mental, lo que le permite ser más rápido que un ordenador.

Ayer realizó una pequeña demostración de lo que es capaz de hacer en el instituto Isla de León dejando a sus alumnos boquiabiertos ya que no habían comenzado a escribir los números en su calculadora cuando García ya daba el resultado. «Son muchos los que me consideran una mente privilegiada pero en realidad no hay milagro, ni secreto, tan sólo una serie de estrategias que simplifican las operaciones», aseguraba.

Su rapidez a la hora de afrontar cálculos lo certifican cinco récords 'guiness' al ser capaz de extraer la raíz 13 de un número de 100 dígitos o incluso por su capacidad de realizar cálculos sobre los calendarios de 100.000 años. «Yo era uno de esos alumnos que no le gustaba las matemáticas y que también contaba con los dedos. Pero me puse y tras tener mucha paciencia y dedicarle tiempo he desarrollado esta habilidad», confesaba García mientras los alumnos lo miraban sin creerse que fuera capaz de resolver operaciones cuya pantalla de la calculadora era incapaz de recoger. En su página web (jaimegarcía.com), muestra algunas de esas fórmulas que facilitan la tarea de hacer cuentas y que los números no se atraganten.