Un ERTE que ha muerto antes de nacer

La primera propuesta formal de ERTE fue planteada por el Ayuntamiento el pasado mes de diciembre. En la documentación remitida a la Junta de Andalucía para que lo admitiese a trámite alegaba motivos económicos. Pero, por lo visto, era incompleta, y los técnicos de la Dirección General de Trabajo encargados de su estudio reclamaron al Consistorio lo que, según ellos, faltaba. Y, por lo visto, no era poco. En el propio partido de la alcaldesa (PSOE) hay más de uno, de dos y de tres de peso que reconocen que la propuesta que se envió al ente autonómico era «una chapuza» y que «no había por dónde cogerla». A pesar de todo, el proceso siguió su curso durante las siguientes semanas. La Junta iba requiriendo documentación y el Ayuntamiento iba, en la medida de lo posible, respondiendo a sus requerimientos. Pero saltó la sorpresa poco después, al menos para más de uno tanto en la propia Junta como en las altas esferas del Partido Socialista. ¿El motivo? Pues que el Consistorio presentó otra propuesta de ERTE municipal, en esta caso alegando motivos organizativos, en lugar de los económicos que adujo inicialmente.

Vuelta a empezar, por tanto. Eso sucedió hace escasos días. El proceso tuvo que empezar entonces prácticamente de cero. Y, claro, lo que se había avanzado antes de poco o nada sirvió. Los requisitos eran diferentes al haberse modificado los motivos alegados. Pero tampoco se cumplían en su totalidad, sobre todo en lo que se refiere a una serie de documentación que el ente municipal debería haber aportado y no lo hizo.

Relación de Puestos

El más importante es la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del propio Ayuntamiento de Jerez. Porque, por mucho que la alcaldesa haya dicho estos días después que se trata de un requisito prescindible, la Junta dice que es el que justificaría un ERTE por razones organizativas.

El problema que se plantea es de los gordos. Básicamente porque si el Consistorio no ha sido capaz de crear esa RPT en dos años y medio, se antoja materialmente imposible que lo haga en los cinco días que le ha dado el ente autonómico y que comenzaron a contar este pasado martes. Mañana es lunes y, por tanto, se cumple el plazo marcado.

De todas formas, la Junta no está entrando aún en el fondo del asunto. Es decir, no se plantea ahora ni tan siquiera pronunciarse sobre la viabilidad del ERTE y si darle o no el visto bueno. Eso llegará más tarde, dentro de bastante tiempo. El trabajo está siendo meramente técnico y se limita a certificar que la solicitud presentada reúne los requisitos para ser admitida a trámite. Sólo eso.

En el (improbable) supuesto de que lo fuese, todavía le quedarán otros trámites antes de que llegue el momento del dictamen final de la Junta de Andalucía. Tendrá que pronunciarse la Inspección de Trabajo y después el INEM (Instituto Nacional de Empleo). Y son ambos escollos los que muchos consideran que no superaría. «¿Cómo va el INEM a decir que sí a un ayuntamiento que está diciendo que quiere despedir a 300 trabajadores a costa del dinero público?», apunta a LA VOZ un destacado miembro del PSOE.

Diferencias

Además de todo lo relatado anteriormente, lo cierto es que las diferencias internas en el PSOE tampoco están ayudando en toda esta historia. La lucha entre sectores socialistas está muy presente. A nadie escapa que las relaciones entre la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, y el consejero de Empleo, Antonio Fernández, no son precisamente idílicas. Todo lo contrario. Hay quien apunta que lo que está consiguiendo la primera edil jerezana con este asunto del ERTE es poner en un compromiso al mandatario autonómico y a buena parte de la cúpula regional socialista que no ve con buenos ojos lo que pretende hacer.

Pero, claro, tampoco es cuestión de ponerla en evidencia, aseguran a este periódico las mismas fuentes. No en vano, es del mismo partido y Jerez, como quinta ciudad andaluza, es una plaza importante para el PSOE, sobre todo ahora que se acercan las elecciones. «Aunque no está dejando otra opción de que pase tarde o temprano, porque es casi imposible que el ERTE municipal salga finalmente adelante», añaden. «Si fuese un ayuntamiento gobernado por el Partido Popular o de un pueblo pequeño, hace un siglo que se le hubiese tumbado la propuesta», concluyen.

Lo que muere antes de nacer bien podría decirse que es un aborto. Dicho así puede sonar mal, pero quizá sea la mejor forma de definir el ERTE municipal. Tiene fecha de caducidad antes, incluso, de ser admitido a trámite. Si es que lo es, que a estas alturas ni eso está claro. A esta película le quedan todavía muchas escenas por rodar.