Dos emiratíes pasean junto a la torre Califa de Dubai. :: AFP
Sociedad

La torre Califa, cerrada por avería

Un mes después de su inauguración, el fallo de un ascensor ha obligado a clausurar el edificio más alto del mundo

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Hace poco más de un mes, Dubai enseñaba al mundo su última hazaña arquitectónica: la torre Califa, la más alta del mundo. No escatimaron costes para la celebración del acontecimiento, ni datos que evidenciaran la magnitud del proyecto. Ahora, bastante más parcos en explicaciones, han tenido que anunciar el cierre del mirador conocido como 'At the top', la única zona del edificio abierta al público. La escueta versión oficial que ha ofrecido Emaar Properties, la compañía mixta propietaria de la torre Califa, habla de que «tareas de mantenimiento y mejoras», necesarias por el «tráfico inesperadamente intenso» de visitantes, les han abocado al cierre.

Sin embargo, Abu Naseer, portavoz de Defensa de Dubai, ha confirmado que el cierre del rascacielos se debe a un incidente ocurrido el pasado sábado en el sofisticado sistema de ascensores del edificio. Según relataron varios testigos y personal de emergencias, un elevador se quedó atascado entre dos pisos, antes de alcanzar la planta 124. Los turistas que se encontraban en el mirador oyeron una pequeña explosión y vieron un hilo de polvo que se filtraba por una grieta del ascensor. 15 personas pasaron 45 minutos dentro de la cabina hasta que un equipo de emergencia pudo forzar la puerta e introducir una escalera para que los atrapados pudieran salir. Mientras tanto, cundió el pánico entre los 60 turistas que se vieron aislados en la altísima plataforma de observación.

El propietario del edificio de 828 metros de altura han sido herméticos. No han querido responder a ninguna pregunta de los medios de comunicación sobre el incidente. Únicamente se han pronunciado los responsables de gestionar las visitas a la torre. No han fijado la fecha de reapertura del edificio, pero se han comprometido a devolver el dinero a todos los turistas que tengan reservada una entrada para el mirador, cuyo precio es 52,5 euros, y que cuenta con una imponente lista de espera.

Desde el 4 de enero

Pese a los fastos con los que el jeque Mohammed bin Rached al Maktum, inauguró la torre el pasado 4 de enero, este alarde arquitectónico ha sufrido un doloroso revés en su imagen. La construcción del edificio costó 1.040 millones de euros; más de 12.000 obreros, 7.500 ingenieros y numerosas empresas, lideradas por la surcoreana Samsung Corporation, se emplearon durante cinco años para levantarlo. Los propietarios presumieron de haber batido varios récords, por ejemplo, con su complejo sistema de ascensores.

Con un contrato de 36 millones de dólares, la empresa Otis diseñó un sistema de 58 elevadores. Según el proyecto, dos de ellos conducen a la terraza de observación, son de dos pisos, tienen capacidad para 23 personas y cubren la elevación más alta del mundo, a la mayor velocidad alcanzada nunca por un ascensor. Están preparados para desplazarse a 36 kilómetros por hora. El sábado, frenaron de golpe el esplendor del Califa.