José Antonio Griñán y Luis Pizarro, el pasado jueves en un acto público celebrado en Cádiz. :: A. VÁZQUEZ
Ciudadanos

Las familias y uno más

El PSOE provincial aguarda el congreso que consagrará a Griñán. Los oficialistas, encarnados en Luis Pizarro, temen que su pragmatismo traiga muchos relevos y los críticos, que su templanza los frene

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Poco cabe esperar de un debate cuando los participantes más alejados coinciden en el pronóstico del resultado. Los socialistas andaluces celebrarán los días 12 y 13 de marzo un congreso que debe dar paso al mayor cambio de liderazgo desde los 80. De Manolo a Pepe. La cita despierta todas las conjeturas pero la militancia gaditana, por gran mayoría, espera un relevo tranquilo, con cambios progresivos, sólo evidentes a partir de 2012. «Servirá para respaldar a Griñán y para avanzar pistas, algún relevo, algún matiz generacional pero ni mucho menos dará un vuelco». Lo dice uno de los militantes con mayor currículo institucional, apartado de cualquier cargo pero muy crítico con la dirección provincial actual.

Al otro lado del abanico, el aparato. «El próximo congreso del PSOE tiene como objetivo respaldar el liderazgo de Griñán. No es momento de listas alternativas ni guerras de familias». Un testigo afirma que ese fue el mensaje del factótum orgánico del PSOE federal, José Blanco, en la reunión de Sevilla -el pasado jueves-, con representantes de las ejecutivas de las ocho provincias. Incluso hubo un mensaje directo para gaditanos, sevillanos y almerienses, lo más revoltosos. «Tengamos la fiesta en paz que nos jugamos las municipales».

Ambos mensajes resultan coincidentes en su conclusión. Los extremos se tocan. Fiel al viejo dogma lampedusiano, algo cambiará para que todo siga igual. Así lo creen otros tres militantes socialistas que se han enfrentado a la dirección provincial en los últimos dos años: «La situación es de temor generalizado. Nadie va a dar un paso». Las atribuladas encuestas recomiendan no hacer mudanza.

Es la segunda gran coincidencia de los extremos. Los que cuestionan el liderato gaditano actual y, sobre todo, la pérdida crónica del voto urbano dan por perdida, de antemano, la batalla de presentar listas alternativas. Muy probablemente no las habrá.

«Los críticos no tenemos opción. Está todo atado. Sólo nos señalaríamos y perderíamos margen de maniobra cuando realmente sea posible un cambio, que desgraciadamente sólo puede provocar una debacle electoral». Creen que la mesura de Griñán entendería mal una revuelta en un momento económico, político y electoral tan delicado.

Al otro lado, los oficialistas también temen... Pero por perder su puesto. Admiten -siempre que haya anonimato- que Griñán ha dejado ver su predilección -por ejemplo, al nombrar consejeros- por el alto perfil técnico y el bajo cariz político. Es un líder algo más alejado de las mesas-camilla, las camarillas, las intrigas y las familias. Ha hecho pública su intención de abrir paso a líderes de entre 35 y 45 años con nuevas actitudes.

Esta presunción es una bomba en lugares como la Diputación, convertida en una oficina de colocación color de rosa. Para localizar a los inquietos, sirve un dato: 21 de 59 miembros de la Ejecutiva Local gaditana (uno de cada tres) tiene un cargo o empleo en la estructura provincial de la Junta o en la propia Corporación. La renovación terminaría por alcanzar a los denominados pesebres y nadie va a decir lo que piensa para arriesgarse a ser uno de los pocos que entre en 'plan renove', sea o no en versión maquillaje, ahora o en 2012.

Queda saber si con Griñán primará «la pausa reflexiva o se mostrará peleón desde el principio con los guardaespaldas de Chaves, con los representantes del antiguo régimen», resume un miembro de la actual ejecutiva provincial gaditana.

Nombres, nombres

Cuando esa idea surge, aparece el nombre clave: Luis Pizarro. El último gran representante del clan de Alcalá -omnipresente y omnipotente en tres décadas del PSOE provincial-, el garante final del peso político de los gaditanos en Sevilla, que puede tener las horas contadas. Es la encarnación de esos guardaespaldas.

Ha discrepado públicamente con el nuevo líder pero aquí tampoco nadie cree en la brusquedad. Consejero de Gobernación, máximo ejecutivo del Consorcio del Bicentenario. Demasiado alto para caer. Nadie cree que sea entregado como mártir a la lucha, en las municipales gaditanas, con Teófila Martínez para que tenga un retiro dorado en Diputación. Su mutis por el foro será paulatino. Como el que todos pronostican, por efecto dominó, en el congreso provincial, a González Cabaña.

Si los presuntos afectados por el relevo de liderazgo y generación parecen inicialmente identificados, queda por conocer a «los de Griñán». Muchos apuntan al ex consejero José Luis Blanco y a su hermano Francisco (autor de una gran puya pública a Pizarro, el 'pizarrismo' y la vieja guardia). Junto a ellos, Pilar Sánchez, públicamente enfrentada a Cabaña, mujer, joven y con el respaldo de la agrupación socialista más numerosa, la jerezana. Juan Cornejo podría ser la bisagra entre pasado y presente. Pero tampoco suenan completamente a relevo y cambio.

«Es que, los que serán verdaderos hombres y mujeres de Griñán, esos de 38 años, ni siquiera sospechan que serán elegidos. Lo descubrirán en dos años», vaticina socarrón un ex diputado socialista.

PROTAGONISTAS DE UN GUIÓN POR ESCRIBIRFrancisco González Cabaña. Secretario General Provincial

El alcalde de Benalup-Casas Viejas representa a ese gran grupo de dirigentes con trienios que serán presentados como «griñanistas» desde que comience el congreso regional pero al que casi todos dan como candidatos a un relevo generacional inevitable, puede que ni siquiera indeseable para él. Por el perfil de Griñán y los servicios prestados, todos quieren que ese tránsito, ese paso atrás, sea paulatino y discreto. En tres o cuatro años.

Pilar Sánchez. Alcaldesa de Jerez

Aparece en todas las quinielas como la nueva esperanza blanca del PSOE provincial, a pesar del considerable caos municipal que representa. Se le supone bien colocada, con nuevos e inesperados aliados a nivel regional y federal, pero es de las que más se juega en las municipales de 2011. Una debacle electoral convertiría su actual protagonismo interno en un caudal de críticas. Representa lo opuesto a Pizarro y Cabaña.

José Luis Blanco. Diputado

Es de Alcalá de los Gazules, como Pizarro. No está en el perfil de juventud pregonado (nació en 1953) y tiene una larga trayectoria en cargos institucionales (fue consejero). Aun así, pese a la lógica de esos datos, buena parte de la militancia provincial le considera el «primer hombre fuerte» que tendrá Griñán en la provincia. Su hermano Francisco, que criticó a Pizarro en un artículo el pasado diciembre, le acompaña.

Juan María Cornejo. Secretario de Organización

Al igual que a Blanco, muchos le consideran un posible puente entre el ‘chavismo’ y el ‘griñanismo’. Tiene experiencia y recursos sobrados para ejercer como la bisagra entre un liderazgo antiguo y una nueva etapa. Presenta las mismas incógnitas que la mayoría de sus compañeros, pero con más bagaje. Es el secretario de Organización de la actual Ejecutiva Provincial. Sorprendería verle como una cara nueva pero...