SIERRA

Las raíces de las tradiciones

La Semana Santa en la Sierra de Cádiz está llena de matices y peculiaridades que mantienen durante años y que conservan a pesar del paso del tiempo

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Sueltas de toro, procesiones que corren de un lado para otro y parajes de ensueño son sus señas de identidad

Quizás sea por ese fondo encalado y blanco que colorea las estampas de imágenes y pasos, quizás por el ambiente de cercanía, por el acogimiento y el sentir profundo que se muestra. Tal vez por las tradiciones, por mantener cada año el sabor añejo, la particularidad que los caracteriza, esa sensación que une a cada generación.

Aunque seguramente sea un cúmulo de todo lo anterior lo que hace tan especial a la Semana Santa de la Sierra. Lo que mueve a miles de personas a perderse entre sus rincones, a combinar la tranquilidad de su naturaleza con su Pasión. A vivir el calvario, la muerte y la Resurrección de Cristo de otra manera.

Es el caso de Arcos ya que por ejemplo la Semana de la Pasión arcense no concluye el Domingo de Resurrección, ya que la celebración del Toro del Aleluya obliga al municipio a organizar su procesión del Resucitado el Domingo in Albis, una semana después de que toda la provincia ponga el punto y final a la Semana Santa.

De Alcalá del Valle hay que destacar también su Domingo de Resurrección, por su característico desfile de hornazos y la ‘Carrerita de San Juan’ en la que el Santo, portado por los jóvenes del pueblo recorre a gran velocidad las calles hasta encontrar a la Virgen para avisarle de la Resurrección de su hijo, escenificación evangélica de hondo arraigo popular. Es por ello que esta fiesta está considerada de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

Otra Semana Santa de la Sierra que llama mucho la atención es la de Setenil de las Bodegas, que goza de gran arraigo popular y tradición cultural en la que es singular la rivalidad entre las dos hermandades, la Santa Vera Cruz (los blancos) y Nuestro Padre Jesús (los negros), rivalidad que se tradujo en la llamada ‘guerra de las bandas’. Debido al desnivel y estrechez de sus calles, algunos pasos han de ser parcialmente desmontados en algún tramo e incluso se ensancha alguna calle con pasarelas supletorias.

En un escenario único se desarrolla la Pasión de Puerto Serrano cuya fecha se remonta al año 1630. Esas rocas que muestran sus entrañas y sobre la que se desarrolla la fiesta, hace que se magnifiquen las escenas que adquieren una gran belleza que no deja a nadie indiferente.

De Zahara de la Sierra llama la atención sus imágenes de un valor incalculable y que suben en un tronos que la realzan aún más. En Ubrique el paso de las procesiones, por el denominado Peón de la Becerra, es lo que nadie se puede perder. Una estrecha callejuela en la que se nota el buen hacer de los pasos que ni siquiera rozan sus paredes. Tampoco se puede marchar del lugar sin probar los dulces típicos de estas fechas como es el caso de las ‘gañotas’.

En Grazalema se disfruta del Viernes Santo, día en el que se realiza su única salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Algodonales, Algar, El Bosque, Espera, Villamartín y así un sinfín de posibilidades y de Semanas Santas qué poder disfrutar con un elemento común, la belleza del entorno. Una época especial en la que turismo de casas rurales cobra especial protagonismo.

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