SAN FERNANDO

La nueva vida de La Casería

Costas sigue la hoja de ruta que dibujó cuando presentó el borrador del proyecto de regeneración, una medida denunciada por Gobierno y oposición, pero solicitada desde 2005

Una semana después de ejecutarse los derribos, de las casetas multicolores y su pintoresco encanto solo quedan escombros amontonados a orillas de la Bahía

Del famoso enclave, en el que se rodaron videoclips, películas y series, permanecen intactos los dos negocios hosteleros a la espera de finalicen sus procesos

La nueva vida de la Casería JPB

José Pedro Botella

Inertes, con la mente en blanco y los ojos puestos en la pala de una gigante excavadora naranja que avanza lentamente, no hay ninguna prisa. Los operarios revisan minuciosamente cada propiedad. Marcan con espray aquellas que precisan de un tratamiento especializado y más delicado que un simple derribo a golpe de brazo y cuchara. Comprueban que no quede ningún nostálgico echando un último vistazo a la que fue su propiedad , la de su padre y, probablemente, la de su abuelo.

Mientras, los pescadores se sientan en una esquina alejada de la costa, curiosamente en zona de servidumbre. Desde la lejanía observan cómo todo está perdido, ya no hay vuelta atrás . Agentes de la Policía Nacional custodian el perímetro y consultan con a los afectados para conocer su pesar y, en caso necesario, pedir refuerzos. «Pueden tirarlo tranquilamente, no vamos a oponer resistencia», les suelta José Luis Rodríguez , presidente del colectivo, siendo plenamente consciente de que aquella batalla la comenzaron a perder hace casi veinte años.

Como si se tratase del peor de los romances, los obreros llegaron al alba de la mañana del 14 de febrero. Una semana después, los trabajos continúan en la playa de La Casería de San Fernando . La mayoría de las sesenta construcciones señaladas por Costas para su desalojo y posterior recuperación posesoria ya se encuentran derribadas. Las pocas que permanecen solo conservan su estructura externa.

Algunas de las construcciones sorprendieron a los obreros del Grupo Tragsa, empresa adjudicataria de la actuación con un importe que supera los 330.000 euros, tras detectar la presencia de ciertas cubiertas aisladas con placas onduladas de fibrocemento (uralita), por lo que se ha operado con sumo cuidado por peligro de intoxicación por amianto. Las máquinas seguirán funcionando los próximos días, hasta retirar todos los escombros que ahora se acumulan , amontonados, a orillas de la Bahía.

Crónica de un derribo anunciado

Se cumplen casi dieciséis meses desde que, el 26 de octubre de 2020, Costas acordó el inicio del procedimiento de recuperación posesoria del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) del «núcleo de casetas y otras construcciones existentes» en la playa de La Casería (San Fernando). El precedente se remonta a 2002, cuando comenzó a notificar la apertura de expediente a los propietarios de estas construcciones consideradas ilegales.

Costas dictó –primero el 11 de diciembre y finalmente el 15 de enero– un total de 64 resoluciones que acuerdan la recuperación posesoria y afectan a todas las instalaciones de la playa de La Casería a excepción de La Cantina del Titi-El Bartolo, establecimiento que cuenta con una concesión concedida por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía hasta 2023 –aunque ha sido recurrida–, y La Corchuela-Casa Muriel, con medidas cautelares, por lo que podrán continuar con su actividad hostelera hasta finalizar ambos procesos y no se verán afectados por los derribos hasta entonces.

Caseteros y pescadores recibieron el apoyo del resto de cañaillas y de la clase política. Recorrieron las calles del municipio y hasta se plantaron frente a la sede de Costas en Cádiz. Lamentablemente, la lucha iniciada por La Casería no ha fructificado en la defensa y conservación del pintoresco espacio isleño a pesar de todas las alternativas planteadas.

Una vez que salió a la luz pública, el Ayuntamiento de San Fernando se posicionó en contra solicitando a Costas que se paralizasen de inmediato los expedientes iniciados. Asimismo, la alcaldesa, Patricia Cavada , aseguraba que el Consistorio nunca había «estado conforme con este procedimiento» , al tiempo que reconocía que « la regeneración de la playa de la Casería es un proyecto que lleva décadas esperando, y que merece un análisis más profundo . No son las formas de encararlo, ni de iniciar la recuperación de un espacio tan emblemático y singular como este». Por otro lado, desde la oposición, el Partido Popular señalaba al Gobierno local como único culpable de haber «promovido el hecho de que Costas haya anunciado el inicio de la tramitación para proceder al desalojo de la zona».

El Consistorio comenzó el 12 de diciembre de 2020 el trámite para para iniciar el expediente por el que solicita la legalización de los establecimientos e instalaciones ubicadas en la playa de la Casería de Ossio mediante la declaración de interés público . Así lo notificaba a la Demarcación de Costas y a la Junta de Andalucía, a los que entregó la memoria «justificativa de la singularidad de este espacio», al tiempo que les ha requerido los informes favorables necesarios para avanzar en la tramitación.

En esa memoria justificativa se defendía que el asentamiento no era una ocupación irregular «ya que eran frecuentes las autorizaciones obtenidas para el establecimiento de las casetas de enseres de pesca, principalmente otorgadas por la Comandancia Militar de Marina de Cádiz. La memoria incluye ejemplos de estas autorizaciones de hace cerca de 60 años para la instalación de las casetas de madera para los pescadores, que mantienen una situación intacta desde hace décadas siendo heredadas de padres a hijos a la vez que se heredaba esta profesión artesana».

A pesar de que la medida contaba con el respaldo de todos los partidos de la oposición, el trámite chocaba de bruces contra las intenciones de Costas, que en ningún momento pensó en recular y renunciar a su solicitud de desocupación.

A principios de febrero, la administración notificó la posibilidad del comienzo de los derribos y advirtió a los propietarios de que debían trasladar sus pertenencias antes del viernes 11. Finalmente, el lunes llegó el día más temido por pescadores y caseteros; el fin de sus construcciones.

Solución provisional para los pescadores

Con la demolición de las casetas no solo se ha eliminado un importante trozo del patrimonio cultural de La Isla, lugar en el que variados artistas acuden y es escenario de videoclips, series o películas de éxito, junto a ellas desaparecen las particulares oficinas de muchos trabajadores.

Del más de medio centenar de construcciones, algunas con más de 50 años de antigüedad, una veintena pertenecían a los doce pescadores y sendos marineros que han tenido que buscar acomodo lejos del límite de costas para poder seguir trabajando en su oficio. Muchas otras edificaciones fueron heredadas de abuelos a nietos y eran empleados para el ocio e, incluso, algunas familias admitían residir en aquellas propiedades que han dejado de existir.

El 13 de octubre el Consistorio isleño hacía público el acuerdo alcanzado con la Asociación de Pescadores Artesanales Playa Casería de Ossio para la instalación de módulo s destinados a la pesca retranqueados fuera del Dominio Público Marítimo Terrestre.

No obstante, el trámite no ha podido efectuarse ya que la zona de servidumbre pertenece a la Junta de Andalucía y aún no se ha completado correctamente el procedimiento para que se autorice el retranqueo.

El Ayuntamiento de San Fernando, en vista del retraso administrativo, ha efectuado un trabajo de urgencia para brindar una solución provisional a los pescadores. Durante la jornada del martes 9 de febrero, la Delegación de Desarrollo Sostenible comenzó a ejecutar las obras de instalación de los módulos, esta vez, fuera de la zona protegida.

El Gobierno local ha habilitado una zona, cerca de las pistas deportivas de la Casería, dentro de su planteamiento urbanístico en la que se ha desbrozado y alisado para que se pueda montar un pequeño campamento provisional para dar servicio a los pescadores. En total se han instalado 8 módulos grandes, por ahora, que son los que caben sin entrar en zona protegida. La Junta ha confirmado al Ayuntamiento que sigue tramitando la autorización para poder trasladar estas casetas hacia la zona de servidumbre. Llegado ese momento, se podrán ampliar hasta 13 estructuras.

Proyecto regenerador

Tras concederse la adjudicación para la redacción del proyecto para la regeneración de este espacio singular, por un importe de 17.871,70 euros a la empresa portuense Dlv91 Ingenieros Consultores SL, el 27 de mayo de 2021, la Demarcación de Costas de Andalucía Atlántico presentó el borrador inicial de este plan para La Casería. Según este documento, los chiringuitos y las casetas tendrían que ser retranqueados 58 metros, coincidiendo con el fin del límite en el cual Costas ejerce potestad.

La construcción y licitación de los nuevos chiringuitos serían responsabilidad única del Ayuntamiento de San Fernando. Las casetas de La Casería desaparecen del litoral de Costas. La autoridad propone que se estudie su nueva ubicación o incluso que se emplace dentro del Club Náutico de La Casería.

Entre lo más destacado del borrador, Costas apuesta por la creación de una zona verde, un paseo marítimo sostenible, que partiría desde el nacimientos de la propia playa hasta el Cementerio de los Ingleses, diferenciados entre pavimentos de terrazo para el carril bici (de 2,5 metros de anchura) y sendero peatonal (2,4 metros) con un murete de borde; demolición del antiguo embarcadero de la zona de Santa Bárbara; batería de aparcamiento fuera de la zona ambiental (la cual se recuperaría y donde se propone el retranqueo de los chiringuitos); y zona de esparcimiento y uso público en las zonas restantes colindantes al entorno, «según demanda del propio Ayuntamiento».

Una de las actuaciones de mayor envergadura será el relleno, con arena, del litoral que separa al mirador de La Casería del comienzo de la plataforma del Club Náutico. Una superficie total de más de 11.000 metros cuadrados que deberán ser cubiertos. Este espacio presenta otra singularidad añadida y es que se sitúa justo sobre la antigua Batería de La Casería, correspondiente al siglo XVIII y declarado como BIC por la Junta de Andalucía.

Será la Consejería de Cultura, en función al valor singular que se estime, quien considere las actuaciones pertinentes de recuperación que serán añadidas al proyecto. El coste del borrador no ha sido minuciosamente calculado, aunque Costas espera no superar el techo del millón de euros de techo de gasto. El inicio de los trabajos podría dilatarse en el tiempo al estar abierto un contencioso relativo a la prórroga de la concesión demanial otorgada por la Junta a La Cantina del Titi-El Bartolo.

Desde Costas siempre manifestaron que la realización de un proyecto de regeneración en la playa de La Casería ha formado parte de todos los programas electorales de los distintos partidos políticos que han alcanzado la alcaldía municipal en los últimos años.

La autoridad, al tener competencia sobre un litoral costero de más de 11.000 kilómetros, no situaba a este enclave de San Fernando como una de sus prioridades. Fue la «insistencia» de las distintas alcaldías, aseguran, lo que desencalló todo el procedimiento.

En 2005, con Manuel María de Bernardo como alcalde de San Fernando, cuando se presentó por vez primera un proyecto de regeneración en la zona de La Casería. Esta intervención coincidiría en el tiempo con otros dos fenómenos que afectaron directamente al proceso: la construcción de las torres de La Casería (proyectadas para alcanzar la docena de construcciones y que contó con la negativa de ecologistas) y el inicio de la crisis económica.

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