SAN FERNANDO

Derribo de la Casería: «Si tiran las casetas, veinticuatro familias se quedarán sin nada»

El Ayuntamiento de San Fernando ya trabaja en encontrar una fórmula alternativa para facilitar módulos para los pescadores lejos de la zona de servidumbre

Los derribos, que podrían producirse desde el 8 de febrero, no afectan «de momento» a los dos negocios de hostelería de la playita

José Luis Rodríguez, presidente de los pescadores ANTONIO VÁZQUEZ

José Pedro Botella

La fotografía de la puesta de sol desde la playa de la Casería siempre ha proyectado una imagen de valor incalculable. La extrema cercanía de la orilla con aquellas casetas pintadas con los colores del arcoíris tiene un efecto de «canto de sirena» en la persona que se sitúa detrás del visor y en quienes ven la instantánea: todos quieren vivir ese momento de nuevo.

La inmortalidad que ofrece el retrato fotográfico no forma parte de las cualidades humanas. Tampoco de los bienes perecederos. En este caso, la Casería será siempre eterna de espíritu, pero a su estructura ya le han puesto fecha de defunción. La Demarcación de Costas en Andalucía-Atlántico notificó al Ayuntamiento de San Fernando que las casetas de la playita podrán ser derribadas en cualquier momento a partir del martes 8 de febrero .

De esta forma, Costas zanja un proceso que inició en 2002, fecha en la que comenzaron a abrirse los expedientes a los propietarios de estas construcciones consideradas ilegales. Poco importa la batalla dialéctica entre partidos sobre quién tiene la culpa o por qué. La Casería es un símbolo, un icono; una estrella , pero parece que, al igual que otros astros del universo, su luz tiene que apagarse ya sea para morir o para convertirse en una supernova .

Veinticuatro familias al paro

Con la demolición de las casetas no solo se elimina un trozo del patrimonio cultural de La Isla, lugar en el que variados artistas acuden y es escenario de videoclips, series o películas de éxito, junto a ellas desaparece –como hacen las olas con las pisadas en la arena– el empleo de una docena de pescadores y otros sendos marineros. «Si tiran las casetas, veinticuatro familias se quedarán sin nada» , advierte José Luis Rodríguez , presidente de los pescadores.

Estos pescadores no tienen otra opción, «necesitamos un lugar cercano al mar para poder trabajar y dejar nuestros aperos» . Consensuado con el Consistorio, aceptaron la propuesta de trasladarse lejos de los dominios de Costas y emplazarse 58 metros en dirección opuesta en unos módulos. No obstante, el drama de estos trabajadores y sus familias no termina y esta semana conocieron un nuevo revés: la zona de servidumbre pertenece a la Junta de Andalucía y aún no se ha completado correctamente el procedimiento para que se autorice el retranqueo.

Al respecto, el delegado territorial de Desarrollo Sostenible en la provincia de Cádiz, Daniel Sánchez Román, asegura que «el Ayuntamiento, que obvia decir que siempre ha estado a favor de la recuperación de oficio de toda esta zona y cuando se ha visto el problema de los vecino que se han puesto en pie de guerra han reculado, presentó el proyecto para reubicar las casetas pero era muy precario , solamente pedía la ocupación para poner unos cuartos de aperos sin justificar el uso de los pescadores. Le hicimos un requerimiento».

«Tenemos que pedir un informe preceptivo y vinculante al Ministerios de Costas. Una vez que ellos lo presenten, contamos con tres meses para emitir resolución y estamos totalmente en predisposición para darle la ocupación, pero hay que justificarlo bien . Lo que veo esperpéntico es que nos echen la culpa a nosotros», defiende Sánchez Román.

El delegado también ha llegado a asegurar que, consultado a finales de semana, «aún no tenemos constancia de que se haya aportado la subsanación». Por su parte, el Consistorio responde asegurando haber respondido a la petición y que «esta misma semana se envió la última de las reclamaciones» .

Solución alternativa

De estas demoliciones se libran La Cantina del Titi-El Bartolo , establecimiento que contaría con una concesión concedida por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía hasta 2023, y La Corchuela-Casa Muriel , con medidas cautelares, por lo que podrán continuar con su actividad hostelera hasta finalizar ambos procesos.

El Consistorio, en vista del retraso administrativo, trabaja para brindar una solución de urgencia y provisional a los pescadores . La idea sigue siendo obtener el permiso de la Junta para el retranqueo, pero ofrecerán un emplazamiento momentáneo dentro del dominio municipal hasta que concluya favorablemente dicha solicitud.

Al igual que la Junta señala hacia el Ayuntamiento como «principal culpable» por instigar a iniciar un proceso de recuperación, la alcaldesa, Patricia Cavada , apunta hacia el Gobierno central y autonómico . «No se ponen de acuerdo ni en los trámites a realizar, no han sido capaces de ayudar a encontrar una solución y están dando la espalda a los pescadores y poniendo en juego su medio de vida ».

Para la regidora, « es una situación muy lamentable y una absoluta vergüenza todo lo que están diciendo y haciendo sin mover ni un solo dedo por solventar el problema de los pescadores artesanales». El tiempo apremia para la Casería, sus casetas y los pescadores.

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