Dos soldados inspeccionan la zona donde fueron encontrados los restos del avión. / Efe

El Gobierno asegura que tanto Swiftair como el avión siniestrado cumplían todos los requisitos de seguridad

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La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró hoy que tanto la compañía española Swiftair como el MD-83 de su propiedad que el jueves se estrelló en Malí con 118 personas a bordo cumplían con todas las medidas y certificaciones de seguridad impuestas por las legislaciones aéreas españolas e internacionales.

Sáenz de Santamaría indicó que el Consejo de Ministros analizó esta mañana un informe elaborado por el Ministerio de Fomento que concluye que Swiftair tiene en vigor y en regla todas las licencias para el transporte de pasajeros y que ha pasado sin tachas más de 60 inspecciones sobre los protocolos de operaciones y la seguridad de sus aeronaves. También recordó que el MD-83 siniestrado no presentaba avería alguna, según las inspecciones pasadas por el aparato en el último mes.

La vicepresidenta del Ejecutivo también informó de que España ha puesto a disposición de los equipos de rescate e investigación que trabajan en el escenario del accidente un avión del Ejército del Aire español con base en Dakar (Senegal) y los efectivos militares españoles desplazados a la zona dentro del dispositivo de adiestramiento a las fuerzas armadas de Malí.

Mientras, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), dependiente del Ministerio de Fomento, se incorporará al equipo de investigación del siniestro del avión, según informó la vicepresidenta del Gobierno. Además, el Ministerio de Fomento ha puesto en marcha a través de la Oficina de Atención a las Víctimas un protocolo de atención y se ha puesto en contacto con familiares de la tripulación española para informarles de las actuaciones de la unidad y de todo el operativo de apoyo.

El mal tiempo, la "hipótesis más probable"

Por su parte, el presidente francés, François Hollande y la compañía Swiftair han confirmado que "no hay ningún superviviente" en el avión que se estrelló ayer en el este de Malí, cerca de la frontera de Burkina Faso, cuando cubría la ruta entre Ugagadugú y Argel para la compañía Air Algérie. Las tropas francesas enviadas al lugar donde se encuentran los restos del MD-83 propiedad de la aerolínea española Swiftair llegaron esta mañana, señaló en una breve declaración Hollande, que indicó que ya se ha encontrado una caja negra, que va camino de la ciudad de Gao, en el norte de Mali.

Explicó que esos restos están "concentrados en un espacio limitado, pero es demasiado pronto para sacar conclusiones" sobre los motivos del siniestro, y por eso aunque se barajen algunas hipótesis, "en particular" las malas condiciones meteorológicas, "no descartamos ninguna".

Horas después del accidente del aparato en el que, según los últimos datos, ofrecidos por la Presidencia de Francia, viajaban 118 personas a bordo, seis de ellos, la tripulación, españoles, el tiempo es "la hipótesis más probable" para explicar el accidente aéreo ocurrido en Mali. "Creemos que este avión se estrelló por razones del clima", dijo el ministro, especificando, sin embargo, que "no se puede descartar ninguna hipótesis mientras no se conozcan todos los resultados de la investigación", ha señalado el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve.

Por su parte, el secretario de Estado de Transportes de Francia ha descartado "desde el principio la posibilidad de un disparo desde tierra, altamente improbable, e incluso imposible".

El avión español de la compañía Swiftair, operado por Air Argelia (un MD83) y que cubría la línea entre Uagadugú y Argel, se estrelló este jueves en Malí. El aparato, que debería haber aterrizado a las 6.10 horas en Argel, desapareció 50 minutos después de su despegue.

Los seis miembros la tripulación del avión -dos pilotos y cuatro tripulantes de cabina- eran españoles. Al parecer, se trata de dos mallorquines, un pacense, dos madrileños y un donostiarra. Agustín Comerón, natural de Badajoz y que residía en Sa Cabaneta (Mallorca); y la primer oficial Isabel Gost, que vivía en Sa Pobla (Mallorca) son los dos pilotos de la aeronave. Los nombres de los tripulantes de cabina serían Rafael Gasanalieb, Miguel Ángel Rueda, Raúl Montero y Federico Cárdernas, según informa 'Diario de Mallorca'.

En el aparato, además de la tripulación viajaban 110 pasajeros. Según las autoridades argelinas, en el avión viajaban 51 franceses, 24 burkineses, ocho libaneses, seis argelinos, cinco canadienses, cuatro alemanes, dos luxemburgueses, un maliense, un belga, un nigerino, un camerunés, un ucraniano, un rumano, un suizo, un egipcio, además de los seis españoles y dos pasajeros aún sin identificar. Entre los dramas de esta tragedia destaca el de los diez miembros de una misma familia francesa, que perdió la vida en el siniestro.

La Presidencia de Francia ha confirmado en la madrugada de este viernes que los restos del avión de Swiftair fletado por Air Algerie que desapareció este jueves tras despegar de Uagadugú han sido localizados en la región maliense de Gossi, ubicada cerca de la frontera con Burkina Faso.

"El aparato ha sido claramente identificado a pesar de que se encuentra totalmente desintegrado. Un destacamento militar francés ha sido enviado al lugar para asegurar la zona y reunir información preliminar", ha agregado. "El presidente de la República (François Hollande) expresa toda su solidaridad a las familias y seres queridos de las víctimas", ha remachado la Presidencia a través de un comunicado.

Horas antes, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, había asegurado que los restos del avión de Swiftair habían sido avistados entre las ciudades de Aguelhoc y Kidal (ubicadas en el norte del país), según la agencia Reuters.

Cambio de rumbo

Una fuente de la compañía argelina citada por AFP afirma que el contacto con la aeronave se perdió "después de un cambio de rumbo" en el espacio aéreo de Malí, cerca de la frontera con Argelia, según ha confirmado el ministro de Transportes de Burkina Faso, Jean Bertin Ouedrago. "El avión no estaba lejos de la frontera con Argelia cuando se le preguntó a la tripulación a desviar debido a la mala visibilidad a causa de una tormenta y para evitar una colisión con otra aeronave en el enlace de Argel-Bamako".