Cristiano y Lewandowski, las únicas dudas del Madrid contra el Dortmund

La historia hace ser prudente al Real Madrid, y en la mente de los aficionados blancos el nombre de Alemania es sinónimo de sufrimiento, al menos hasta los pasados octavos de final de la Liga de Campeones, en los que el Schalke le arrebató a su fútbol parte del magnetismo de décadas pasadas. Sin embargo, las sombras sobre el futuro tienen aliento en un pasado más presente, y un nombre que hizo temblar los cimientos de la anterior temporada: Borussia Dortmund.

Tanto es el miedo que, pese al 3-0 de la ida, el equipo blanco estaba dispuesto a aglutinar a todas sus grandes estrellas disponibles. El guion estaba claro, arriesgar para no arriesgarse a un ridículo que diera la vuelta al mundo. Fue así hasta pasadas las ocho de la tarde, momento en el que Cristiano Ronaldo encendió todas las alarmas. El luso, que parecía un fijo en el once, se retiró a los veinte minutos del entrenamiento de los blancos en el Signal Iduna Park. Superó la parte física, pero en un rondo se frenó y tuvo que ser atendido por el cuerpo médico, para instantes después marcharse al vestuario.

«Si Cristiano está bien tiene que jugar siempre. Es muy profesional y conoce muy bien su cuerpo. Cuando no se encuentra bien, como contra la Real Sociedad, lo dice y no hay ningún problema», había expresado su técnico, que ahora tiene ante sí una papeleta difícil de resolver. Preso de sus palabras, debe confiar en un criterio ajeno para terminar de decidir si alinearlo o reservarlo. Tras descansar en Anoeta el jugador, ávido de récords personales, probablemente quiera aguantar cualquier dolor en el tendón rotuliano de la rodilla derecha, igual que hizo otro valiente la semana pasada, Diego Costa, frente al Barcelona.

Con Cristiano o sin él, los blancos tienen una única misión: evitar el desastre que supondría caer eliminados para el equipo, vivo en otras dos competiciones, y para la institución. Y es que las dudas sobre la presencia de Ronaldo han empañado la actualidad de un equipo que caminaba con la moral restañada después de las tres victorias consecutivas, frente a los alemanes, en la ida, y Rayo y Real Sociedad, en Liga. Ancelotti y su templanza habitual creen poder manejar con soltura una situación muy favorable para los blancos, que jamás han entregado en Alemania una renta como la que defienden en la noche del martes, aunque sin el portugués hay que ponerlo todo en condicional. Sí estará Gareth Bale, el otro clavo ardiendo del equipo, que se ha recuperado a la perfección del golpe en la rodilla que recibió en Anoeta. El galés y el argentino Di María serán parte del once inicial, al igual que Ramos, Pepe y Coentrao, confirmados en la zaga.

Recuerdos escalofriantes

El Real Madrid, sin embargo, tiene más problemas que las dudas sobre su estrella, personificadas en otro gran nombre: Robert Lewandowski. Su recuerdo provoca escalofríos en una defensa que padeció cuatro dianas del polaco la pasada temporada. El ariete, baja por sanción en la ida, sí estará jaleado por los más de ochenta mil seguidores que se darán cita en el Westfallen, uno de los campos más calientes del viejo continente. Klopp sabe de la importancia de su hombre de referencia, pero también tiembla cuando mira hacia atrás. Recupera a Weindenfeller, el portero, pero pierde a Kehl, su patrón en el mediocentro. Sin él le tocará buscar en el banquillo una solución, que no pasará ni por Gundogan ni por Bender, lesionados. Jojic, sin experiencia y con un nivel por debajo del de sus compañeros, será quien acompañe a Sahin en la medular de un equipo que buscará un milagro.

Alineaciones probables:

Borussia Dortmund: Weindenfeller, Piszczek, Soktratis, Hummels, Durm, Jojic, Sahin, Grosskreutz, Mkhitaryan, Reus y Lewandowski.

Real Madrid: Casillas, Carvajal, Ramos, Pepe, Coentrao, Xabi Alonso, Di María, Modric, Cristiano Ronaldo o Isco, Bale y Benzema.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia).

Hora: 20.45 h. Signal Iduna Park.

TV: La 1.