Jesé celebra el gol que supuso la victoria del Real Madrid ante el París Saint-Germain. / Fadi Al-Assaad (Reuters)
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Jesé también se muestra en Doha

Un gol del grancanario decidió un lujoso amistoso en el que el Madrid no fue mejor que el PSG

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Más lujo, ostentación y protocolo que brillo y grandes conclusiones en un bolo catarí en el que el Real Madrid no fue ni por asomo mejor que el PSG, pero se impuso con un gol de meritorio Jesé en el primer tiempo y estrelló dos balones en los palos por mediación de José Rodríguez y Benzema. Ni siquiera en un amistoso Ibra pudo vengarse de la derrota ante Cristiano en la repesca mundialista, ni los nuevos ricos franceses marcar territorio de cara a la ‘Champions’ ante un clásico por excelencia.

El atractivo choque, jugado sobre un espectacular tapete en el que la selección española ya disfrutó hace trece meses de un amistoso ante Uruguay (3-1) que supuso los debuts de Isco, Azpilicueta y Mario Suárez con la absoluta, dejó más anécdotas que conclusiones. Ya en los prolegómenos se pudo ver a Ancelotti conversando de forma distendida con muchos de sus ex -en el descanso el preparador de Reggiolo fue despeinado por Ibra- y a Butragueño y Laurent Blanc, técnico de los parisinos, recordando viejas batallas de sus tiempos de jugadores.

Nada más conocerse las alineaciones se supo que el PSG se tomaba la cita con más deseos de vencer y de mostrarse como un grande. El preparador galo jugó con un once titular y ese 4-3-3 en el que Pastore no encaja e Ibrahimovic es el teórico punta, aunque se emplea con absoluta libertad y en ocasiones ejerce de centrocampista. Ancelotti, que se dejó a Bale y a Casillas en Madrid, en el caso del galés por su lesión en un gemelo y en el del portero por su inminente paternidad, puso en liza un bloque con la mitad de suplentes y Cristiano de estrella. El portugués aparecía por donde le placía ante una afición catarí ensimismada y soltaba pases mirando al tendido al más puro estilo del genial Laudrup.

Aunque las mejores ocasiones eran de los franceses, que percutían una y otra vez en una zaga experimental con Nacho de central y el chaval Casado de lateral zurdo, sólo el Madrid marcó en el primer tiempo. Morata, al que se le anuló un gol por claro fuera de juego, asistió, y Jesé la cruzó lejos de Sirigu. El grancanario pide a gritos más minutos, aunque no tiene el fuste, el coste, la fama, la potencia y la pegada de Bale. Fue el último que marcó en 2013, ya que firmó el sufrido triunfo del Madrid en Mestalla, y el primero en hacerlo en 2014. También brilló el alicantino José Rodríguez, un medio muy completo y versátil que pudo hacer el segundo pero tiró al poste tras una jugada genial de Cristiano por su conducción y su pase.

Dominio francés

El PSG era mejor, dominaba el centro del campo y llegaba más, pero no golpeaba. Cavani e Ibra erraban remates de esos que en la alta competición no suelen perdonar y Diego López estuvo inmenso para ganarle un mano a mano ante el delantero uruguayo. Vencía el Madrid en el descanso pero las sensaciones eran diferentes y a Carletto no le gustaba lo que veía. Xabi Alonso, titular pese a la perforación en el tímpano sufrida en Mestalla, e Illarra jugaban demasiado juntos y el grupo actuaba inconexo.

Decreció el ritmo en la reanudación, quizá por los cambios. Ancelotti modificó el equipo al completo y Blanc fue introduciendo jugadores de forma paulatina. Aunque Benzema lanzó al larguero, tras un soberbio control y una vistosa media vuelta, fue fruto de otra acción aislada. El dominio correspondió a los galos ante un rival cada vez más cerrado. Destacaron Pepe y el chaval Llorente en el eje de la zaga, aunque en las acciones de estrategia este Madrid sigue frágil. El público, más de símbolos que de equipos, silbó a Blanc por retirar a Ibrahimovic, y el choque se cerró sin grandes titulares. Aunque todos los jóvenes suman, mejor resultado que desempeño en el arranque de año para un equipo de Ancelotti que el próximo lunes recibe al Celta en Liga.