Bachelet celebra su triunfo. / Afp
elecciones presidenciales

Bachelet y la abstención arrasan en Chile

La socialista regresa al poder con un 62% de los votos, en una jornada que solo cuatro de cada diez electores acudieron a las urnas

SANTIAGO DE CHILE Actualizado: Guardar
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Apenas uno de cada cuatro chilenos llamados a las urnas fueron a votar. Quién sabe si la explosiva conjugación que se da en el hemisferio sur entre compras navideñas y primeros días de playa a estas alturas del año o la poca resistencia electoral que parecía tener Michelle Bachelet en la segunda vuelta de los comicios electorales disuadieron a muchos de acercarse a depositar su papeleta. La abstención triunfó ayer con un 59% pero también triunfó la dirigente socialista que volverá en las próximas días al sillón de mando de La Casa de la Moneda al obtener cerca del 62% de los votos, lo que se traduce en una diferencia de 25 con su rival, la conservadora Evelyn Matthei.

Bachelet, que abandonó sus funciones en la ONU para volver a la política nacional, será la primera persona en Chile que repetirá en el cargo de presidenta después de más de seis decadas. "Chile, ahora por fin es el momento de hacer los cambios", afirmó ante la multitud que se echó a la calle poco después de oficializarse que el resultado, a pesar de no haber concluído el recuento, no tenía marcha atrás. Toda una declaración de intenciones.

Esta pediatra, de 62 años de edad, hija de un mando militar que fue víctima de la represión del golpe de Estado de Augusto Pinochet, tomará el testigo de Sebastián Piñera -quien fue su sucesor hace tres años- con un ambicioso programa de Gobierno que dibuja un cambio radical en la actual situación del país. Por un parte, pretende saciar las exigencias de los estudiantes con una batería de reformas educativas a la que se sumará una profunda reforma tributaria con el fin de poder compatibilizar el gasto público con la contención del déficit. Quizás el objetivo más complicado, al no contar con la mayoría cualificada para ello en el Parlamento, sea el de reformar la Constitución heredada del régimen del difunto dictador y en la que ahora la socialista quiere reducir el poder de los militares silenciando los 'ruidos de sable' en la Carta Magna.

Aunque algunos políticos pidieron volver a instaurar el sistema de voto obligatorio -es la primera ocasión que el ciudadano tiene en su mano la decisión de ir a votar o no en las presidenciales-, la altísima abstención no fue excusa para Matthei que reconoció el claro triunfo de la que fuera su amiga y compañera de juegos de la infancia en la base militar donde vivían sus familias. "Estos resultados electorales son de mi exclusiva responsabilidad política. No fui capaz de remontar", aseguró entre lágrimas la extítular de Empleo, acompañada por su marido y arropada por sus seguidores en un céntrico hotel de la capital. Matthei, la mujer del 'Sí se puede', irrumpió con fuerza en las primarias y se postuló como candidata en un momento turbio para la derecha en la que se habían quedado sin cabeza de cartel. "Jamás busqué esta candidatura -, aseguró-. Aunque nunca pensé en eludir este desafío".