Kutcher, tecnología más allá de 'Jobs'

Desde que hace dos años heredó el hueco del rebelde Charlie Sheen tras su expulsión de 'Dos hombres y medio', Asthon Kutcher ha estado seguido por los focos. Una atención que se ha intensificado en los últimos meses debido al estreno de 'Jobs', la película sobre la vida del difunto fundador de Apple que llega este viernes a los cines españoles. Es, con casi toda seguridad, el papel más mediático de su carrera, plagada de títulos comerciales con denominación de origen 'made in Hollywood', y en más de una ocasión el interprete de Iowa así lo ha expresado. «Es terrible porque todo el mundo es un crítico en potencia», admitía en el estreno de la cinta durante la pasada edición del festival de Sundance, dejando entrever una pequeña dosis de ansiedad a la hora de afrontar la tarea de revivir al empresario californiano.

En su intento de meterse en el personaje, Kutcher imitó incluso los salvajes hábitos alimenticios de Jobs, que apostó, en pleno tratamiento contra el cáncer que acabó con su vida, por una dieta de verduras, raíces y frutas. Algo que llevó a Kutcher a tener graves problemas de páncreas, por lo que fue ingresado en el hospital al poco de iniciarse el rodaje del filme.

Además de esta arriesgada maniobra, el actor devoró libros y vídeos, como el discurso de Jobs ante los alumnos de Stanford o los de las presentaciones de productos como el iPhone o el iPad. Todo para acercarse lo máximo posible a la filosofía que tan bien manejaba el de Palo Alto y que no le era del todo desconocida. Y es que Asthon Kutcher es un activo inversor de capital riesgo siendo el sector tecnológico su favorito.

El actor fundó junto a Ron Burkle y Guy Oseary, el manager de Madonna, la firma 'A-Grade Investments', con la que ha realizado decenas de movimientos desde 2007 que han ido desde la plataforma de 'streaming' musical Spotify hasta la comunidad de alquiler de habitaciones, pisos, casas o islas vacacionales Airbnb, un negocio que ha levantado ampollas entre las comunidades hoteleras de algunas ciudades como Nueva York. Por lo que el propio actor cuenta, no le importa hacer apuestas que sean muy «arriesgadas» y asegura que de primeras no se acostumbra a fijarse en «cuánto dinero» o «cuánta cuota de mercado» tiene la idea o el producto que van a financiar.

«Muchas de las empresas en las que invertimos no son más que dos tipos en un garaje con un powerpoint y un perro», contaba en una entrevista a la CNBC el día que acudió a Wall Street el pasado mes de agosto para inaugurar la sesión y promocionar la película de Jobs. «Tienes que ver a través de todo los demás y preguntarte si este chico o chica van a crear algo realmente duradero», confiesa.

Lo de invertir en 'start ups' es una práctica que se ha puesto de moda en el gremio de los artistas. La excéntrica Lady Gaga también ha hecho sus pinitos en la materia aunque la cartera de Kutcher le ha colocado entre los más hábiles del gremio. El servicio de localización 'Foursquare' o el agregador de contenidos 'Flipboard' o 'Social Cam' son algunos de los que han contado con su bendición económica. Por no hablar de Skype, el programa que ha jubilado al histórico Messenger de Microsoft. Los fundadores del que ahora es uno de los buques insignia de los de Redmond recibieron una importante inyección en sus arcas cuando todavía era una empresa independiente. Una decisión que 'A-Grade' rentabilizó meses después gracias la millonaria compra por parte de la multinacional presidida por Ballmer.

Este 'business angel' subraya que a la hora de escoger un proyecto suele fijarse mucho en la «pasión» y en la «perseverancia» que demuestren las personas que están detrás de la idea para afrontar los obstáculos que se le avecinan. «¿Tienen el tipo de fuerza de voluntad que les llevará a enfrentar desafíos?», se pregunta. «Porque, al igual que Steve Jobs, tendrán que afrontar grandes desafíos y adversidades en el camino y van a enfrentarse a personas que dirán que no pueden hacerlo», remacha el actor.