FÚTBOL

Raúl vuelve a casa

El mito blanco es la estrella absoluta del devaluado Trofeo Bernabéu y expresa su deseo de regresar al Madrid cuando pueda «aportar algo»

MADRID Actualizado: Guardar
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El Trofeo Santiago Bernabéu debería llamarse por una vez el Trofeo Raúl González Blanco. Porque el tradicional torneo madridista, que ha perdido enjundia en las últimas ediciones, no va a tener otro protagonista que el ‘gran capitán’. Solo el hombre que heredó su brazalete puede desviar parte de las miradas, tras la decisión de Carlo Ancelotti de comenzar la Liga dando la titularidad en la portería a Diego López.

«Hombre, por lo menos puedo jugar el Trofeo Bernabéu, después de todo», comentó con cierta sorna Casillas ante su suplencia frente al Betis. Interesa más la reacción de una grada aparentemente dividida cuando el cancerbero salte al campo que su actuación ante un equipo menor como el Al-Sadd catarí. Ahora bien, una buena parada o un fallo servirán para alimentar los argumentos de partidarios y contrarios a Iker. Raúl no ve ningún tipo de confrontación entre la hinchada blanca y, en la rueda de prensa que ofreció previa al partido, consideró que «casi todo el madridismo aprecia lo que Iker ha dado por este equipo y por la selección y sabe que es un gran profesional», y no quiso comparar su situación antes de su salida con la de su excompañero. «Tiene 32 años y está en los mejores años de un portero. Aún le quedan cuatro temporadas a un muy buen nivel y está en su casa, donde quiere estar. Iker -prosiguió- va a estar en su papel de capitán para ayudar a sus compañeros y al club».

‘Rulo’ es un hombre al que los años han sentado bien, pese a que un trienio después de su despedida se ve «con más canas». Pero la distancia que ha alcanzado durante este tiempo, en el que la afición merengue ha seguido desde la lejanía las andanzas del ya mito del club de Chamartín, han borrado el habitual hastío y cansancio que provocan 16 años de relación, y los madridistas se han quedado con la imagen de un jugador que, como explicó el delantero en aquella despedida el 26 de julio de 2010, intentó «entregar todo en cada gesto en el terreno de juego» y defendió los valores que definen a la entidad y que este miércoles condensó en «trabajo, respeto, humildad y solidaridad». «Desde que llegué con 15 años, me enseñaron a jugar bien, a ganar y a respetar al rival. No había amistosos y teníamos que defender el escudo como si fuera nuestro último partido», explicaba con satisfacción el delantero.

Pese a que la rueda de prensa contó con la presencia de Emilio Butragueño y a que el actual director de Relaciones Institucionales del Real Madrid le definió como «una leyenda del fútbol que se ha ganado el respeto de todos por su profesionalidad», el club no ha tenido a bien mencionar a uno de sus iconos ni en los carteles ni en las entradas del veterano torneo, como hizo en ocasiones anteriores con otros exjugadores. El ‘Buitre’ agradeció a Raúl sus 16 años en la casa blanca y lo puso como «el ejemplo que deben seguir aquellos que quieran dedicarse profesionalmente al fútbol», pero el torneo será exclusivamente un homenaje popular en el que un Bernabéu abarrotado rendirá pleitesía a su ídolo. El acto oficial de la entidad quedará para más adelante, por lo que parece.

Futuro regreso

El ‘Ferrari’, como le llamó Fernando Hierro, dejó caer, aunque evitó cualquier polémica, que no se pudo despedir como le hubiese gustado, aunque se centró en agradecer el cariño de sus seguidores y mostró su «emoción» por volver a defender la camiseta que vistió «con tanto orgullo». R7, que disputará media parte con cada equipo, también tuvo tiempo de hablar sobre su futuro, en el que el Real Madrid está muy presente. «Cuando vea que puedo aportar algo al club, estaré encantado de volver y ayudar», adelantó.

De momento, Raúl mantiene «las mismas ganas y la misma ilusión por jugar al fútbol de siempre» y siente que se ha «enriquecido a todos los niveles» con sus experiencias en Alemania y Catar, por lo que no se arrepiente de su marcha del Madrid. Después de toda la vida de merengue, «en un club en el que el día a día es muy complicado», la estrella del Al-Sadd desveló que en el Schalke 04 encontró «otra vez la ilusión».

Raúl sabe que su ADN es blanco y su afición quiere mostrarle que ya le ha colocado en un pedestal junto a los otros grandes dioses del Bernabéu. Tras el choque de este jueves solo faltará que desde los despachos del Real Madrid también se decidan a hacerlo oficial y le den el reconocimiento que la hinchada exige a gritos para el jugador que más partidos ha disputado (741) y más goles ha marcado (323) en la centenaria historia de la entidad.