Cuerpos recuperados del tren cubiertos con mantas en el lugar del siniestro. / Afp
tragedia ferroviaria en galicia

Más de 55 muertos tras descarrilar un tren en Santiago

El ferrocarril, un Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol, se salió de la vía minutos antes de las nueve y está ardiendo en Angrois, a pocos metros del casco urbano

MADRID / SANTIAGO Actualizado: Guardar
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Más de 55 muertos y decenas de heridos, al menos 15 de extrema gravedad, es el balance hasta el momento del trágico accidente ocurrido esta noche en la parroquia de Angrois, a las afueras de Santiago de Compostela. Allí, a las 20.40 horas, descarriló el tren que recorría la línea Madrid-Ferrol, en el que viajaban alrededor de 220 pasajeros, según fuentes de Renfe. Se trata del siniestro ferroviario más grave en España en los últimos 40 años.

Las primeras hipótesis se centran en un exceso de velocidad del tren al paso por una curva cercana a la estación de Santiago, un lugar que, aseguraron algunos técnicos de Fomento en la inauguración de la obra, hace menos de dos años, era «difícil». Algunas fuentes citadas por Televisión Española aseguraban que el tren circulaba a 180 kilómetros por hora en una zona en la que la velocidad estaba limitada a 80.

Ha sido el primer siniestro en una vía de AVE (aunque el tren era un Alvia) en la historia. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) abrió una investigación. Las autoridades descartaron desde el primer momento que se tratara de un atentado.

En las horas siguientes al siniestro, todos los vagones del tren permanecieron volcados a la altura del viaducto de la AP-9 en Angrois y servicios de emergencias y bomberos se desplazaron al lugar del accidente, en la entrada a la capital de Galicia desde el sur.

«¡Cuánta gente muerta hay aquí, dios mío!», clamaba una vecina de la zona a través de la Radio Galega. Y es que la imagen era terrible. Cuerpos esparcidos alrededor del tren, cubiertos por mantas en cuanto llegaron los primeros Servicios de Emergencias y también los vecinos de la zona, que se lanzaron a ayudar a las víctimas en cuanto escucharon un enorme estruendo y entonces supieron que había ocurrido un accidente.

Los operarios de Emergencias empezaron a rescatar a las personas que habían quedado atrapadas entre los amasijos de hierro en que se convirtieron los 13 vagones del tren. Uno de los vagones, incluso, saltó cinco metros y quedó a 15 metros de la vía. Los bomberos tuvieron que apagar el fuego en otros vagones, mientras que algunos de ellos quedaron aprisionados y era ahí donde se temía que el número de víctimas pudiera aumentar.

«La escena es muy impactante»

Testigos explicaron que el convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros vagones descarrilaron, otro intermedio voló sobre un terraplén hasta caer muy cerca de las viviendas, y el resto volcó. Pese a que la investigación apuntaba a que podía haber un exceso de velocidad en el tren, vecinos de la zona indicaron que el tren iba a una «velocidad normal» para entrar en la estación y que llegaron a escuchar un ruido, previo al descarrilamiento, y acto seguido ya se produjo una gran humareda.

Entre los supervivientes se encontraban los dos maquinistas. «¡Descarrilé, qué le voy a hacer!», imploraba uno de ellos minutos después de la tragedia.

«La escena es muy impactante. Cuando podamos identificar a los fallecidos, lo haremos», afirmaba el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que se desplazó inmediatamente hasta el lugar del siniestro.

Las autoridades de Galicia hicieron un llamamiento urgente a acudir al Centro de Transfusión de Galicia, ubicado en el Monte da Condesa en la capital gallega, o al Hospital Clínico, para donar sangre. Los hospitales de la zona de Santiago de Compostela, tras el accidente, se encontraban tan repletos de gente que algunos heridos tuvieron que ser trasladados a centros médicos de Pontevedra.

Fuentes del Gobierno gallego declararon que urgían las donaciones para garantizar la reserva de sangre que permita hacer frente a las necesidades de los heridos. La conselleira de Sanidad de la Xunta, Rocío Mosquera, se encontraba en el Hospital Clínico para hacer un seguimiento de la situación.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, siguió «al minuto» los datos que se iban conociendo del accidente de tren y anunció que hoy visitará la zona. Fuentes del Ejecutivo informaron de que Rajoy estuvo en permanente contacto con la ministra de Fomento, Ana Pastor, que se desplazó hasta el lugar.

El Rey se puso en contacto telefónico con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y con la ministra de Fomento, Ana Pastor, para interesarse por el accidente. Renfe habilitó el teléfono 900 101 660 para atender a las familias de los afectados.