Un salón para exquisitos

Celebrar el Salón del Gourmet en plena crisis parece una patada en la boca del estómago para una gran cantidad de personas. Sin embargo, este escaparate nacional de alimentos y bebidas de alta gama, en principio, está reservado solo para profesionales. Además, a pesar de los tiempos difíciles que corren, la feria aumenta este año la superficie total de exposición y suma un nuevo pabellón a los dos que ocupó en la edición de 2012: casi 20.000 metros cuadrados de exposición total y más de 1.100 productores, nacionales e internacionales, lo que supone un incremento del 6% y del 12%, respectivamente.

La feria, que se ha inaugurado este lunes en Madrid (IFEMA), es uno de los mayores escaparates del mundo en lo que se refiere a productos delicatesen. Vinos, helados, embutidos, quesos... y también propuestas difíciles de clasificar. Durante los próximos cuatro días gente de todo el mundo llega a la capital con un denominador común: la comida. "Venimos para buscar productos nuevos para nuestro restaurante en Venezuela", reconoce Norelly. Además de los profesionales también se dan cita en esta feria futuros empresarios o cocineros. "Estudiamos Dirección de Cocina y estamos aquí para ver si aprendemos algo. Creemos que es muy interesante", advierte un grupo de jóvenes entre 17 y 19 años.

La entrada cuesta unos 25 euros para el público general y hay quien también se acerca buscando "alguna novedad" para su nuevo negocio. "Las mieles y las compotas me han llamado mucho la atención", añade Aurora, que abrirá un nuevo restaurante en Badajoz en las próximas semanas. Se refiere a las que por ejemplo ofrece la marca 'Zira cadaval', la cual ofrece una amplia y deliciosa variedad. También existen propuestas difíciles de clasificar, como las de 'Ingredíssimo', una marca que acude por primera vez al Salón Gourmets. Lo hace para presentar en España una gama de productos complementarios destinados al consumo en el hogar. "Son ingredientes para cocinar de una forma fàcil y diferente. Puedes convertir un plato en algo único, comiendo de forma saludable", así resume Eva Durán, gerente de Trades y responsable de 'Ingredíssimo, la filosofía de la marca. Un producto que hace las veces de especias. Por ejemplo el 'Higo Crunch' o el 'Tomate Crunch', deshidratado y con textura crujiente que puede usarse para rebozar o colocar encima de una pechuga de pollo.

Setas por 300 euros y helados de leche de oveja

Estos días se expondrán alrededor de 30.000 productos, entre ellos unas mil novedades, para compradores de decenas de países. Se desarrollarán distintas catas y degustaciones, además de exhibiciones a cargo de cocineros. Como por ejemplo el espacio 'Tierra de Sabor' que presenta Castilla y León, y donde el burgalés Nacho Rojo da a conocer a través de presentaciones y degustaciones los productos agroalimentarios de la Comunidad. También uno puede aprender a hacer el tradicional 'Sushi' japonés de salmón noruego de la mano de la marca 'Norge'.

El Salón Gourmets también presta especial atención al mundo del vino. Muchas de las mejores bodegas españolas presentan sus caldos en IFEMA, por lo que, en cuestión de pocos metros, se puede catar y comparar. Uno de los responsables de Bodegas Marcelino Serrano (Jaén) asegura que "el Salón es una referencia internacional" y que el año pasado tuvo tanto éxito que éste se ha decidido a presentar su nueva joya: 'Privilegio de los Reyes Católicos'. El precio de la botella ronda los 15 euros.

Algo más caro que el bote de Colmenillas que presenta una de las empresas extremeñas. Esta variedad de seta, que solo se puede encontrar durante la primavera y crece bajo las coníferas, especialmente en zonas quemadas, se puede degustar por unos 300 euros los 200 gramos de producto deshidratado. Un hongo algo venenoso para los bolsillos y solo apto para los exquisitos. Y para los que no puedan permitirse el lujo de rellenar con foie las colmenillas, quizá en 'La compagnie des desserts' puedan ofrecerle un helado con algún sabor similar. Porque estos granizados ya no son lo que eran. Atrás quedaron los típicos polos de chocolate, vainilla o fresa. Ahora la oferta va mucho más allá, hasta el punto de proponer sabores tan curiosos como el de leche de oveja con membrillo, queso de cabrales, wasabi o incluso de gin tonic, un sabor muy de moda en los últimos tiempos en España.