Celebración por todo lo alto en Alcalá de Henares. / Atlas
LOTERÍA DE NAVIDAD

Alegría sin fin en un barrio obrero

El premio cambia la vida de muchas familias de una zona de Alcalá agobiada por el paro y las hipotecas

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Decía Tolstoi que todas las familias felices se parecen entre sí. Y llevaba razón el escritor: en Alcalá de Henares, este sábado por la mañana, todas las historias felices se parecían entre sí. Porque todas ellas hablaban de gente que lo estaba pasando mal, que se había quedado en paro, que llegaba con problemas a fin de mes... y que con el dinero del Gordo, por fin, iban a poder respirar tranquilos.

Porque el mayor premio del Sorteo ha caído en un barrio obrero donde todos se conocen, una zona que ha sido muy castigada por el paro y, en algunos casos, por desgracias tremendas. Como la de Cecilia, de 45 años, que tras superar un cáncer, había sufrido un derrame cerebral, mientras su marido, trabajador de Cametal, llevaba 5 meses sin cobrar. Por eso, el décimo premiado (400.000 euros) ha sido una de las mayores alegrías de su vida. «Vamos a pagar la hipoteca, a mi hija de 18 años le ayudaremos a pagar el carné de conducir y a mi hija de 13 le regalaremos algo de ropa», explicaba, casi sin palabras, Cecilia.

Otros dos premiados han sido Noelia y Luis. Casados, con una niña de seis años, ella trabajadora de un laboratorio químico, él electricista, ambos están en paro. «No nos lo creíamos», acertaba a Noelia. El décimo premiado era un regalo del padre de Noelia, que en total había comprado cuatro y los había repartido en la familia. «Estamos muy felices, pero lo principal es que logremos encontrar trabajo», agregaba Noelia.

Para otros, el premio es un pasaporte para una vida más reposada. Como Francisco Javier Hernando, de 56 años, que regenta un bar y cuenta que se levanta todos los días a las cinco de la mañana. «Ojalá el premio sirva para no tener que madrugar tanto», asevera.

El responsable de la administración 12 de Alcalá de Henares, Javier Gutiérrez, no tardó en sacar el champán para compartir la alegría con sus vecinos. Por fin la felicidad ha llegado a un lugar donde todos la merecían.