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El plan 'B' de Simeone termina segundo

El Atlético pierde en Pilsen tras ofrecer una de las peores imágenes de la temporada y podría jugar en dieciseisavos ante un rival de 'Champions'

MADRID Actualizado: Guardar
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Era hora de marcar territorio. El Atlético de Madrid llegó a la República Checa con la obligación de puntuar para asegurarse el liderato. Tocaba levantarse tras el batacazo liguero ante el Real Madrid. Los de Simeone debían levantar la cabeza, sacar pecho, recordar que son los vigentes campeones de esta competición y sacar adelante el partido en casa del Viktoria Pilsen. Comenzaron de más a menos, apagándose a medida que se iban sucediendo los minutos mientras que los checos vieron que podían plantar cara al Atlético. Se lo creían y subían con decisión. Llevaron la iniciativa y no tardaron en ponerse por delante en el marcador. Procházka adelantó a los checos a la salida de un córner. El delantero remató completamente solo. Fallo garrafal de la defensa rojiblanca. Simeone pedía a los suyos que no se vinieran abajo, pero lo único que pudieron hacer era intentar acercarse a la portería de Kozacik a base de contragolpes. La tuvo Diego Costa antes del descanso pero lanzó al ‘muñeco’. El juego elaborado era nulo. Poca intensidad y falta de ambición rojiblanca hacían imposible la remontada en Pilsen. Sin eso, el Atlético es menos.

El equipo de Simeone lleva ya varias semanas con un nivel de juego paupérrimo pero le salvan los resultados. Esta vez no fue así y decepcionó en el duelo directo ante los checos. El Viktoria jugó al máximo de sus posibilidades mientras que los rojiblancos, que mejoraron en la segunda mitad, dejaron mucho que desear con su ‘plan B’. Se esperaba un cambio de aires importante en el segundo tiempo, y lo hubo, pero solo de ambición, porque el buen fútbol siguió sin aparecer y la falta de ideas escaseaba.

Koke puso algo de cordura a la locura tras sustituir a Juanfran. El canterano tardó poco en demostrar el porqué de la sustitución. Cambió el guión durante varios minutos pero él solo no pudo cambiar a los demás. Tuvo la primera ocasión nada más entrar al campo con un lanzamiento desde la frontal. La inercia hizo que el Atlético continuara al ataque. Un balón en profundidad de Adrián hacia Diego Costa pudo suponer el empate pero el brasileño no pudo superar la salida de Kozacik. Pasaron los minutos y los rojiblancos perdían la fe. Se deshinchaban como un globo y el sistema defensivo de los locales impedía las ocasiones. Doble línea defensiva de los checos y circulación de balón a cámara lenta.

Era prioritario quedar primero para evitar a los ‘cabezas de serie’ rebotados de la Liga de Campeones y tener el factor campo. El ‘equipo B’ sigue sin brillar en Europa pero Simeone parece ir ‘sobrado’. Insiste una y otra vez porque sabe que le basta con lo mínimo ante rivales de poca entidad. No funcionó en Coimbra ni tampoco en Pilsen. Los rojiblancos vuelven a pisar la tierra tras una gris actuación. Debe servir de lección porque en los dieciseisavos no se puede bromear. El morbo estará servido en la siguiente ronda con el posible cruce con el Chelsea de Fernando Torres y el recuerdo de la Supercopa de Europa. ¿Se atreverá el ‘Cholo’ a dejar fuera en la siguiente ronda a jugadores básicos como Falcao, Godín, Arda Turan y Gabi?

El que seguro no podrá jugar durante un par de encuentros como mínimo será Diego Costa, que ante el Pilsen continuó con su ‘semana grande’ tras el derbi madrileño. El Atlético debería sancionarle. El brasileño fue a darle un cabezazo a un rival y terminó expulsado con roja directa. En el fútbol hay cosas imperdonables.