Silencio… Todo el mundo fuera

Las nuevas tecnologías permiten al cine conseguir efectos especiales increíbles. Ciudades sumergidas por una ola o destruidas por el disparo de una nave extraterrestre o la explosión de un ingenio nuclear. Sin embargo, lo más difícil es, en realidad, lo más sencillo. Despejar una calle, una plaza o un lugar habitualmente repleto de público para que los directores puedan mover a los actores y las cámaras a su antojo.

Esta semana le toco a Londres. La céntrica Trafagar Square fue cerrada al público para que Tom Cruise aterrara en un helicóptero, junto a la columna de Nelson. Nada del otro mundo. Se vayan las calles, se corta el tráfico y a rodar. Se trata de la película de ciencia ficción ‘All yoy need is kill’, en la que el actor interpreta al coronel Bill Cage, encargado de plantar cara a una tribu de alienígenas que quieren quedarse con la Tierra. El director del filme, Doug Liman, necesitó el auxilio de un helicóptero de la Royal Navy para que Cruise hiciera su entrada desde el aire en el corazón londinense.

Al fin y al cabo fue una plaza. Más complicado lo tuvo Alejando Amenábar en Madrid. El director no lo dudó y cerró al tráfico la Gran Vía. Si difícil es mantener vacía una plaza rodeada de edificios oficiales, más lo es una calle en la que desembocan calles comerciales. Amenabar rodaba ‘Abre tus ojos’ y no dudó en vaciar la arteria para que Eduardo Noriega caminara en solitario por ella en los primeros fotogramas de la película. Dicen que cuando rodaba, un domingo por la mañana, por una de las calles adyacentes apareció un conocido actor bastante bebido armando bulla. Si uno se fija mucho, en el fondo de las imágenes, tras unas vallas se puede verse a los curiosos que se arremolinaron en la zona para ver lo que ocurría.

Contra los vampiros

Algo más difícil, pero no imposible, lo tuvo el director Francis Lawrence para la película ‘Soy leyenda’. El escenario Nueva York. Rodada en 2007, traslada al espectador al 2012. Robert Neville, personaje que interpreta Will Smith, es el último hombre vivo que hay sobre la Tierra, pero no está solo. Los demás seres humanos se han convertido en vampiros y todos ansían beber su sangre. El atrezo, además de calles sucias y vacías, lo componen coches volcados, y una fiel perra entrenada para detectar nosferatus. La estación Grand Central Terminal o el Puente de Brooklyn tuvieron que despejarse.

Esta película estaba inspirada en ‘The Omega Man’, filme dirigido en 197 por Boris Sagal y protagonizado por Charlton Heston. La trama describe la situación en la Tierra tras una guerra entre la URSS y China, en la que había sido liberado un virus que acaba con la población mundia. Robert Neville (Charlton Heston), un científico militar de la ciudad de Los Ángeles, había preparado a tiempo una vacuna que se inyectó y que le salvó de la muerte. Mientras, unos pocos supervivientes, que no zombies, buscan a los culpables de lo ocurrido para ajusticiarles. Las escenas de la ciudad desolada fueron rodadas en el centro de Los Ángeles. Los productores habían previsto construir grandes decorados con calles y tiendas desiertas, pero resultaron demasiado caros, por lo que se decidió realizar el rodaje durante los fines de semana y a primera hora de la mañana.

Algunos realizadores eligen enclaves más fáciles de dejar vacíos. Ese fue el caso de ‘La Roca’. El director Michael Bay, que cortó muchas calles de San Francisco para trepidantes persecuciones entre Nicolas Cage y Sean Connery, optó por disponer de la Isla de Alcatraz, sede de la histórica prisión hoy convertida en museo. Aunque muchas escenas fueron rodada en estudio, la propia cárcel, acostumbrada ya al cine, albergó el enfrentamiento entre los hombres del general desertor Francis Hummel, que interpreta Ed Harris, el agente del FBI Stanley Goodspeed , al que da vida Gage, y el exagente británico John Mason, que es Connery.