Tripulantes de los 'vuelos de la muerte', en el banquillo

La Justicia argentina retomará hoy una nueva fase de la 'megacausa' por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) que, por primera vez, sentará en el banquillo a tripulantes de los llamados 'vuelos de la muerte'.

Un total de 68 represores están acusados en el proceso, que abarca los casos de 789 víctimas de la ESMA, el mayor centro de detenciones clandestinas del país durante la ultima dictadura argentina (1976-1983), y prevé la declaración de unos 900 testigos.

El juicio, que podría prolongarse hasta dos años, incluye por primera vez el procesamiento de seis tripulantes de los llamados 'vuelos de la muerte', han informado fuentes judiciales. El proceso juzgará, entre otros, el secuestro y desaparición de la joven sueca Dagmar Hagelin, y de la dirigente de Montoneros Norma Arrostito.

Entre los 68 acusados figuran Jorge Eduardo Acosta, excapitán de fragata y exjefe de Inteligencia y del Grupo de Tareas de la ESMA; el excapitán de corbeta Ricardo Miguel Cavallo, extraditado desde España en 2008, y el excapitán de la Armada y agente de inteligencia Alfredo Astiz, conocido como el 'Ángel Rubio' o el 'Ángel de la muerte'. Además se procesará a los civiles Gonzalo Torres de Tolosa, alias Teniente Vaca, integrante del grupo de Tareas de la ESMA y defensor de represores, y al economista Juan Ernesto Alemann, exfuncionario acusado de torturas.

Prófugos

En vísperas del inicio del tercer juicio de la 'megacausa', la Justicia argentina ha recordado que muchos de los acusados están todavía prófugos y que el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada ofrece hasta 100.000 pesos (unos 22.000 dólares) de recompensa por su paradero.

La segunda fase de la 'megacausa' de la ESMA, el mayor juicio abierto en Argentina por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, concluyó en octubre del pasado año con 16 condenados tras escuchar a unos 180 testigos.

En conjunto, la 'megacausa' se compone de nueve procesos judiciales por crímenes cometidos en la cárcel clandestina, por donde pasaron unas 5.000 víctimas de la represión militar, según organizaciones de Derechos Humanos.