El 78% de las denuncias por malos tratos acaban en condena

Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer han dictado 108.123 sentencias condenatorias por delitos y faltas relacionadas con la violencia de género desde su creación en 2005. Esto supone un 78,7% del total de sentencias presentadas. Además, en estos siete años estos juzgados especializados han multiplicado su número de 17 a 106 para combatir esta lacra. Estos son algunos de los datos que se desprenden del balance emitido por el Observatorio contra la Violencia Doméstica sobre los siete años en vigor de la Ley Integral contra la Violencia de Género.

Estos juzgados especializados han instruido un total de 963.471 delitos, de los que 652.212 eran casos por lesiones y malos tratos. Entre ellos, los delitos tipificados en el artículo 153 del Código Penal, que condena el menoscabo psíquico o una agresión sin causar lesión- ascendieron a 520.839 casos. Esto supone un aumento de un 102% respecto a 2005. Los delitos por ejercer habitualmente violencia física aumentaron un 140% hasta los 101.900 casos. Respecto a los casos de lesiones más graves las cifras en estos siete años han aumentado un 18% hasta los 33.473 casos.

La medida más recurrida por los juzgados en la protección de las mujeres son las órdenes de alejamiento -desde 2005 se dictaron 236.686-, seguidas de las prohibiciones de comunicación con la víctima, la prohibición de volver al lugar del delito o la suspensión de tenencia de armas. Las medidas privativas de libertad suponen un 6% del total (19.066 casos).

Por otra parte, el número de denuncias en los últimos cinco años alcanza las 735.730, lo que supone una media de 360 denuncias diarias. Sin embargo, en 84.935 casos las mujeres renunciaron a continuar con el proceso judicial. Es decir, en un 11,5% de los casos retiraron la denuncia. “Esta renuncia se produce por la presión psicológica, económica o familiar. Pero también por el miedo sobre lo que va a pasar después de la denuncia”, explica la presidenta del Observatorio, Inmaculada Montalbán.

Otro dato preocupante tiene que ver con la violencia de género entre los menores. Desde 2007 se han registrado 778 casos, de los que 716 acabaron con la imposición de medidas educativas o internamiento. En los últimos cinco años este tipo de denuncias se han incrementado un 23,7%. “Hay que intervenir en el aprendizaje de los jóvenes para evitar estos comportamientos”, explicó Montalbán.