FÚTBOL | LIGA DE CAMPEONES

Perfección y sufrimiento en Rusia

Los andaluces alcanzarán como líderes los octavos gracias al trabajo disciplinado y la eficacia de su delantera

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Empató el Málaga en la antigua tierra zarista para convertirse en el líder autócrata del grupo C. Sin excusas, ni falsas esperanzas. Los malagueños pasarán como primeros a los octavos, tras poner la guinda al pastel de la ‘Champions’ en la antigua Leningrado. Había miedo a muchos factores entre los andaluces cuando se dirigían a la isla Krestovsky. El frío, el estado del césped y el ímpetu agresivo con el que saldría un equipo que se lo jugaba a una carta. Ninguno de los tres elementos fueron determinantes. No corrieron sobre la estepa sempiterna, pero sí hubo acercamiento al desastre.

Le duró diez minutos la merienda rusa a los malacitanos. El tiempo que tardó Santa Cruz en hacer valer el tópico de suplente de lujo, mientras dejaba en bandeja los goles a sus compañeros. Primero atrajo la defensa hacia su órbita para que un pase de Camacho lo convirtiera en obra de arte Buonanotte. Con solo un minuto de diferencia, Malafeev actuó como su nombre suena en castellano para regalar la pelota al delantero guaraní y que este centrara a placer a Seba.

Dos tantos que equivalían a la energía generada por el sol para calentar a la gélida San Petersburgo. Las estrellas locales eran incapaces de crear peligro más allá de insulsas individualidades. Hulk todavía no parece hablar ruso para entenderse con Kerzhakov y éste no olvida (ni perdona) su exilio forzado al filial cuando llegaron los extranjeros millonarios. Una guerrilla interna que favoreció aún más los intereses blanquiazules. Únicamente hubo conexión al filo del descanso, pero Caballero interrumpió las comunicaciones con una estirada soberbia.

Al tiempo que los peterburgueses seguían buscando el camino para entrar al ‘Petrovsky Stadium’, su afición pasó de los ánimos a los silbidos en la segunda mitad. No tuvieron su propia revolución porque el orgullo inspiró a los que vestían de celeste. Pellegrini decidió expandir su política de dar descansos y utilizar el ‘plan B’ como arma de defensa. Demichelis se ganó el derecho a estar más caliente en el banquillo para que Weligton entrara aportando fuerza a una defensa muy compacta.

Cambia la actitud rusa

Esta estrategia no le salió tan bien como lo esperado al chileno, quien empezó a pensar demasiado pronto en su particular batalla de la Liga. Nada más comenzar Danny recogió el balón tras varios rechazos dentro del área para marcar. Los de la Costa del Sol acusaron los nervios. Kerzhakov tuvo en sus botas a los dos minutos el empate, no logrado solo porque los hados del fútbol no se lo permitieron.

La intensidad de los orientales europeos provocó fisuras en la retaguardia, donde Toulalan salvaguardaba los intereses propios. Gámez y Onyewu tuvieron que multiplicarse para fajarse en una lucha ganada poco a poco por la avalancha de los del este de Europa. Los contragolpes españoles no llegaban con la alegría del principio y el estado físico hacía mella. A pesar del bajón dado por los malagueños, Caballero estuvo a la altura de las circunstancias para ser la pesadilla parando todas sus acometidas.

Ante el desafío inhóspito, el Málaga terminó el encuentro perdido como un barco en el golfo de Finlandia, colindante a la ciudad portuaria. El Zenit empató por mediación de Fayzulin, después de que Danny fallara literalmente sobre la línea de gol. De la perfección al abatimiento. Las dos caras de la moneda que pareció tirar al aire el equipo malacitano. Estuvo cerca el desastre, pero se quedó a las puertas como un ejército enemigo inoperante. Un punto que vale un liderato y el pasaporte para apuntalar el sueño de la Liga de Campeones.