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El 'virus FIFA' amenaza de nuevo

Once horas de vuelo y ‘jet lag’ para un ‘bolo’ ante Panamá que dejará más de seis millones en las arcas federativas

MADRID Actualizado: Guardar
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La selección vuelve a generar polémica en un país más de clubes, por mucho que presuma de ser campeón de Europa y del mundo. Del Bosque cumple con su papel al considerar que la Federación Española de Fútbol está obligada a aprovechar una fecha FIFA para explotar su imagen, convivir, prepararse y hacer caja con un partido en Panamá, pero no logra evitar que este ‘bolo’ genere más preocupación en el seno de los equipos y pereza entre los propios futbolistas convocados que expectación entre los aficionados.

El más explícito de los internacionales fue Cesc Fábregas en declaraciones a Barca TV. «No es muy agradecido», confesó al referirse al amistoso. «No sirve para nada. No es preparación porque el próximo encuentro de competición es en febrero-marzo», añadió en el medio oficial del club azulgrana. Durante un acto promocional, a su compañero Andrés Iniesta tampoco se le vio muy entusiasmado con el desplazamiento intercontinental. «Los partidos están ahí y hay que respetarlos y aprovecharlos. Es cierto que no es un viaje corto pero a los que nos toca participar viajamos encantados», subrayó el manchego.

El encuentro del miércoles, día de la huelga general en España, lo que todavía despierta más críticas por su inoportunidad, no provoca esta vez un parón en la competición local pero cae muy cerca de importantes citas en Liga y en ‘Champions’. Tres días después de que varios de sus jugadores hagan las Américas, el Real Madrid y el Athletic disputan un partido clave en el Bernabéu, y el miércoles siguiente espera el decisivo duelo ante el City en Manchester. Por su parte, el Barcelona recibirá al Zaragoza el sábado, y en la máxima competición continental, viajará a Moscú para enfrentarse el martes que viene al Spartak. En la 12ª jornada también se disputa el derbi andaluz entre el Sevilla y el Betis, que aportan a la selección jugadores como Navas y Beñat.

En el último partido de la selección, el oficial ante Francia en el Vicente Calderón del pasado 16 de octubre, se lesionaron Silva, Arbeloa y Benzema. El Madrid se vio muy castigado por el ‘virus FIFA’, ya que también volvieron rotos el alemán Khedira, el brasileño Marcelo y el portugués Coentrao. Por ello, Mourinho agradece que en esta ocasión Khedira y Özil no vayan con Alemania, que Del Bosque haya liberado a Xabi Alonso y que Cristiano Ronaldo esté de regreso tras ser declarado no apto por los médicos de la selección portuguesa, a consecuencia de la brecha que le abrió el codazo de David Navarro en el Ciutat de Valencia.

Por su parte, Tito Vilanova se felicita de que Xavi no haya sido convocado Del Bosque, quien tampoco forzó a Piqué y Puyol para incluirles en una lista con muchos matices y políticamente correcta. Aunque el seleccionador niega injerencias, tanto Florentino Pérez como Sandro Rosell sí le pidieron a Ángel Villar que fuera sensible con los importantes partidos que los equipos afrontan en noviembre.

Razones económicasEl técnico español confeccionó una lista corta, de 19 en lugar de los 23 habituales, para interferir lo menos posible en la dinámica de los clubes. Faltan otros puntales como Silva, todavía renqueante, Fernando Torres, Arbeloa y el portero Pepe Reina. No muchos porque el contrato con las empresas Showpro y Shockwave, organizadoras del evento, exige que al menos un 70% de los integrantes de la lista sean campeones en Kiev. El único novato es Markel Susaeta, centrocampista del Athletic, ya que el lateral diestro Martín Montoya ya acudió en verano a una convocatoria, aunque no llegó a debutar. Regresó después de cuatro partidos de ausencia Juan Mata, elegido mejor jugador de la ‘Premier’ en octubre. Antes de despegar aprovechó la espera para fotografiarse con sus paisanos David Villa y Santi Cazorla, y mostrar a través de las redes sociales el ‘Asturias Power’ de la selección.

‘La Roja’ partió a primera hora de la tarde de este lunes para disputar el miércoles, en el estadio Rommel Fernández de la capital panameña, el que será su último encuentro del año. Se trata de la decimosexta cita para el bloque campeón ante un rival al que jamás se ha enfrentado en categoría absoluta y que acoge la cita como un gran premio. Los elegidos por Del Bosque no se concentraron esta vez en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Se citaron directamente en el aeropuerto de Barajas para embarcarse en un vuelo chárter y afrontar once horas de vuelo. Después, toca aclimatarse al ‘jet lag’ por una diferencia horaria de seis horas. El partido se jugará a partir de las cuatro y media de la tarde, 22,30 hora peninsular española.

Desde que se alzó con el título mundial en el Soccer City de Johannesburgo, ‘La Roja’ ha cruzado el Charco en varias ocasiones para medirse a México, Argentina, Costa Rica, Venezuela, Estados Unidos, Puerto Rico y ahora Panamá. Pese a los inconvenientes que estos partidos causan, hay buenas razones económicas para justificarlos, ya que el caché mínimo de la selección para estos’ bolos’ es de dos millones de euros. A esa cantidad hay que añadir los 4,3 millones que pagará Televisión, tenedora de los derechos como parte del acuerdo anual, por un total de 43 millones, que firmó con la Federación en 2007. En el país presidido por Ricardo Martinelli la expectación es enorme. Hace tiempo que se vendieron todas las localidades, cuyos caros precios oscilan entre los 45 y los 150 dólares (35 y 118 euros), y los 950 euros de las consideradas élite.