literatura

La Fundación Santander recupera los versos esenciales de Huidobro

'Poesía y creación' recupera a un escritor olvidado que introdujo la vanguardia en España

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La Fundación Santander acaba de presentar una antología de Vicente Huidobro (1893-1948), poeta artífice del creacionismo que internacionalizó las letras españolas e introdujo en nuestro país las vanguardias. Hombre contradictorio, su vida está llena de contrastes. Nacido en Chile, su padre era un banquero, pero el abominó de las convenciones burguesas y se hizo comunista, "un comunista de culo", según la definición de su compatriota Pablo Neruda.

Si casi toda la generación del 27 se rindió ante la abrumadora grandeza de Neruda, Huidobro tuvo dos discípulos en España: Gerardo Diego y Juan Larrea. Como Hombre generoso que era y que disponía de un chorro de dinero, costeó el viaje de los dos escritores a París, donde el chileno tenía un gran amigo, el pintor Juan Gris.

'Poesía y creación' es el título del volumen que recoge las poesías esenciales de Huidobro, un desconocido cuya figura ahora se recupera. A punto de cumplirse el 120 aniversario del nacimiento de Vicente Huidobro, la Fundación Santander rescata a este poeta que, a pesar de las rencillas, fue ensalzado por Neruda, quien le definió como un "poeta de cristal". "Su obra brilla por todas partes y tiene una alegría fascinadora", dijo el autor de 'Confieso que he vivido'.

El libro, que se inscribe dentro de la colección Obra Fundamental, cuenta con un detallado estudio de Grabiele Morelli, catedrático de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Bérgamo. Según el experto, la obra de Huidobro ha tenido una "mala recepción en España, que siempre lo vio como un producto extranjero". Allí donde iba concitaba el escándalo: mostro su aversión hacia los versos de García Lorca y, en una cita con Unamuno, le hizo esperar lo suyo, sin que su boca saliese la más mínima disculpa.

Millonario, ególatra, polemista, orgulloso y excéntrico, Huidobro se casó tres veces. Su segunda esposa, Ximena Amunátegui, era una adolescente la que raptó y a quien llevó a París, adonde la familia de la muchacha envió a unos sicarios para ajustar cuentas con el estrafalario escritor.

Pero más allá de su vida novelesca, Huidobro merece pasar a la historia de la literatura por su obra, su fe inquebrantable en la poesía y su visión estética. "Creía que la imagen poética no debe ser descrita, sino creada. Él se preguntaba: 'por que los poetas cantáis a la rosa, hacedla florecer en vuestros versos'", apunta Morelli.