«Estamos pasando frío y hambre»

Desde hace unas semanas, decenas de personas acampan junto a la sede central de la Obra Social de Caja Madrid, en el centro de la capital española. Lo hacen para protestar por los desahucios que la entidad Bankia ha puesto en marcha en los últimos meses. «A mi hijo y mi yerna les van a desahuciar, están en el paro y mi mujer y yo también», se lamenta Carlos Sedano, uno de los acampados. No es para menos. Su hijo cobra 680 euros de paro y tienen que pagar 700 euros de hipoteca. A todo ello hay que sumar dos niños en casa. «Estamos pasando frío y hambre, pero lucho para que hoy mi hijo tenga un techo y, el día de mañana, mis nietos también», cuenta Sedano con una mezcla de rabia y orgullo.

Los números –hasta el momento Bankia ha practicado 60 desahucios- los ha aportado la plataforma Stop Desahucios, que ha ofrecido una rueda de prensa junto a la acampada, informando de que ocuparán más sucursales y seguirán concentrados en la calle hasta que se frenen estos desahucios.

Al grito de «¡Desahucian al obrero, rescatan al banquero!» o «¡Sí se puede!», han ocupado una de las sucursales de Bankia, concretamente la de Caja Madrid en el número 44 de Gran Vía. En su interior, han protestado pacíficamente contra esta situación. Un cordón policial y una puerta cerrada separaban a manifestantes en dos grupos unidos por una misma causa.

Curiosamente, la protesta ha coincidido con la decisión de Bankia de cancelar uno de los desahucios y con el arranque de unas negociaciones en torno a otros desalojos, razón por la que los manifestantes han abandonado la sucursal una hora después. «Hoy hemos gastado una bala, pero nuestra munición es inagotable, tomaremos las sucursales que haga falta para que supriman los 60 desahucios», ha explicado uno de los portavoces de Stop Desahucios a los manifestantes.

Con aplausos y gritos se unían los dos grupos a la salida de la sucursal, donde alzaban el paso unidos de vuelta a la Obra Social de Caja Madrid, para continuar con su acampada y su protesta.