La Reina Sofía, con la tiara. / Archivo
CASA REAL

Cartier, la tiara de la Reina de España

Entre las joyas de la corona española se encuentra una exquisita obra de la firma francesa, que en su día perteneció a Victoria Eugenia y que don Juan Carlos recuperó para la Familia Real hace tres décadas

MADRID Actualizado: Guardar
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Despliega Cartier su festival de joyas, su fastuoso arte, en el Thyssen de Madrid. Desde este lunes, tiaras, brazaletes, diamantes y otras piedras preciosas estarán al alcance de la vista. Algo es algo. Cartier no es solo una firma de joyería. La firma de joyería es Cartier, con permiso y reverencia de otros maestros del engarce. En la muestra, joyas con historia y en la Historia sus joyas. Difícil es dar con una Casa Real en la que entre sus tesores no se encuentre una de sus creaciones. La española no iba a ser esa excepción. La tiara Cartier es la tiara Cartier. Y reinará en el Thyssen junto a la muestra de más de 400 obras que llega a España. La primera que la lució fue la reina Victoria Eugenia. Fue uno de los fabulosos regalos que le hizo Alfonso XIII a su esposa, a la reina joya. La nieta de Victoria de Inglaterra, de la llamada abuela de Europa, llegó a Madrid con un joyero de desorbitado valor, al que unió el que recibió por matrimonio, y que, como dejó escrito en su testamento, disfrutó en "usufructo".

Educada en la corte británica, donde las joyas de la corona lo son todo, hizo lo que ninguna Reina había hecho antes en España. Lo hizo al morir. Su última voluntad fue que ocho de las piezas más representativas que lució en vida como consorte de Alfonso XIII permanecieran, al menos, dos generaciones juntas. Se las cedió a su hijo Juan, "rogando a éste que las transmita a mi nieto don Juan Carlos". No quería que se desperdigaran, aunque parte de sus tesores han sucumbido hasta a las subastas, como un brazalete, firmado por Cartier, que estos días es noticia porque en un mes saldrá a puja en Suiza y por el que podría pagarse más de un millón de euros.

La tiara Cartier no se encontraba entre esas joyas que María de las Mercedes, su nuera, bautizó como "de pasar" de reina a reina. Es de suponer que doña Sofía cederá su joyero a la princesa Letizia llegado el día, como hizo con la tiara prusiana desde que entró en Palacio, y que ese día las infantas Elena y Cristina dejarán de lucir las joyas de la Familia Real. Victoria Eugenia repartió parte de otras joyas que no consideraba como de la corona. Y la tiara Cartier fue a parar a manos de la infanta Cristina de Borbón y Battenberg. En la década de los 80, sin embargo, el rey Juan Carlos adquirió esa obra de arte, de brillantes y perlas (que en algunas ocasiones fueron sustituidas por esmeraldas o brillantes) para la Reina. Desde entonces ha sido habitual ver a doña Sofía tocada con dicha tiara y, es más, es la que lleva en la foto oficial de la página web de la Casa Real.

El interés del monarca por incorporarla al joyero real da a entender que la tiara Cartier se convertirá en una de esas joyas "de pasar", que doña Letizia jamás la lucirá hasta que acceda al trono de España, como tampoco la tiara de flores de Lis o el broche de brillantes del que cuelga la perla 'La Peregrina', por poner unos ejemplos. Estas piezas son exclusivas de reinas.

Salvo las reinas Victoria Eugenia y Sofía y la tía del Rey, solo a la infanta Cristina se la ha visto lucir la tiara Cartier. Fue en la boda de Victoria de Suecia. El hecho no pasó inadvertido e incluso despertó las críticas de los más puristas. Por un lado, porque se entiende que solo las reinas pueden llevarla y, por otro, porque la tiara era de mayor tamaño que la que usó doña Sofía. Solo en la Reina podrá volver a admirarse la tiara Cartier. Siempre que ella quiera.