Kim Dotcom se vuelve a subir a la nube. / Martí Ferrer
INTERNET

Piratas en el aire

Dotcom prepara Megabox, su alternativa a Spotify. ¿Qué es lo que prepara el fundador de Megaupload? Promete que será legal y asegura que será una revolución en un mercado que ha cambiado radicalmente en los últimos meses

MADRID Actualizado: Guardar
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El pasado miércoles un grupo de caricaturas de brocha gorda anunciaban el cercano regreso de Kim Dotcom a la jungla de internet. El vídeo, que lleva varios días dando vueltas de un rincón a otro de la red, sintetiza la evolución de la música partiendo de la prehistoria y aterrizando en plena era digital, tras presentar timbales, violonchelos, gramolas, 'walkmans' y demás parafernalia musical. Todo este viaje terminaba con un ascenso a los cielos donde, impreso en una nube, se podía leer el nombre de Megabox, el nuevo proyecto del fundador de Megaupload.

Otro vídeo publicado horas más tarde en YouTube arrojaba más luz sobre el servicio de música en línea que parece poner a Pandora y Spotify en el punto de mira. Dotcom, considerado por muchos como el mayor filibustero digital de la historia, afirma que su nueva plataforma conectará fácilmente a usuarios y artistas, a los que promete remunerar con cerca del 90% de los ingresos por publicidad, aunque también ofrecerá cuentas 'premium' para poder evitar los anuncios.

El proyecto empezó a ser diseñado antes de la operación comandada por el FBI y que acabó acusado de fraude, crimen organizado y piratería. Consciente que desde ese momento las autoridades escrutan hasta el último de sus movimientos, el informático alemán ha prometido que la nueva plataforma será legal, pero por si acaso se ha rodeado de un nutrido ejército de abogados para evitar cualquier problema con la Justicia. Es probable que Megabox esté operativo este mismo año o a principios del que viene y luchará por hacerse un hueco en un escenario que ha sufrido un cambio sustancial desde el cierre de Megaupload en enero de este año en donde las descargas directas de Internet se han complicado para el usuario que ha optado bien por el P2P o por los servicios de 'streaming'.

Oleada de cambios de condiciones de uso

Megaupload era una gran almacén de vídeo y música que contaba con una clientela de cerca de 150 millones de suscriptores en todo el mundo. Su cierre conllevó que otros servicios de almacenamiento en línea multiplicaran su tráfico en los días inmediatos. Sin embargo, el FBI y otras agencias se reafirmaron en su particular caza de brujas y señalaron a muchos de estos servicios como promotores de la piratería, incluyéndoles en una lista de próximos objetivos.

El miedo a verse clausurados e involucrados en un farragoso proceso judicial, llevó a muchas de estas plataformas a cambiar sus términos de uso para evitarlo. Rapidshare limitó la velocidad de las descargas como efecto disuasorio, Mediafire se convirtió en un servicio de almacenamiento al estilo de Dropbox y otros como Oron prometieron facilitar los datos de aquellos usuarios que violasen los derechos de autor o iniciaron un borrado masivo de archivos ilegales. Esto provocó una caída abrupta de sus estadísticas y complicó el acceso a muchos enlaces de descarga directa.

El P2P, el gran reducto

Muchos usuarios acudieron en masa al uso del P2P que tenían al alcance de la mano gracias a antiguos programas como Emule o Ares, que habían sido condenados al ostracismo en millones de ordenadores en todo el mundo. Cuando Megaupload echó la persiana, las estadísticas de uso de estos programas en Europa pasó de ser prácticamente testimonial a suponer cerca del 15% del consumo de banda ancha, según datos del Observatorio de Internet. Otro de los herederos más beneficiados fue BitTorrent, un protocolo para el intercambio de archivos entre usuarios. La diferencia de estos servicios con los de almacenamiento 'online', además del peligro de seguridad derivados abrir tu ordenador a otros, es que el contenido depende de los particulares.

Aumentan los abonados de música en 'streaming'

El sector de la música digital, coincidencia o no, ha sufrido un gran avance a nivel global en la primera mitad de 2012. En ese tiempo, solo en España, ingresó cerca de 25 millones de euros, un 7,5% más respecto al pasado curso. Dentro de la gran amalgama de plataformas que componen este mercado, los ingresos derivados de planes 'premium' y suscripciones como la de Spotify supusieron casi 9 millones de euros, con un crecimiento cercano al 120%.

La pujanza del streaming de música es cada vez mayor y junto a nombres como GrooveShark o la española Gatunes, gigantes como Nokia o Google ya han lanzado sus iniciativas para hacerse con su trozo del pastel. En medio de todo esto, otro dato destacable es la tendencia creciente a utilizar YouTube para escuchar canciones. Un estudio de Nielsen afirmaba que el 64% de los encuestados menores de 18 años ya utilizaba la plataforma de vídeos en EE UU como fuente musical.