CICLISMO

Haimar Zubeldia: «Quiero agarrarme a lo que tengo»

«La general demuestra que Wiggins ha sido el mejor hasta el momento», señala el corredor de RadioShack

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Haimar Zubeldia tuvo una jornada de reposo tranquila. Recibió la visita de su mujer, Josune, y de sus hijas, Ane y Jule. Hoy estarán, con unos amigos, en el Tourmalet, donde también recibirá el apoyo de su hermano Joseba y de sus padres. Está el corredor de RadioShack donde quería estar antes de afrontar la semana final del Tour: entre los mejores, a la espera de que la carrera se meta de lleno en los Pirineos: «Se ve que la gente empieza a notar el cansancio. El Tour es una carrera que no tiene para secretos para mi. He corrido muchos y sabes que es lo que va a llegar, pero también que un día malo lo puede tener cualquiera. He intentado gastar lo menos posible después de los Alpes, reservarme todo lo que he podido. El día de descanso me ha venido muy bien».

Conoce las dos etapas de los Pirineos como si fuesen el pasillo de su casa: «Las he hecho enteras antes de empezar el Tour, con Markel Irizar y con algunos compañeros de equipo. El final de hoy no es tan duro. Por el lado que se sube el Peyresourde son diez kilómetros y sólo la mitad de esa subida tiene dureza. La bajada es rápida, pero no complicada», explica. De la etapa del jueves comenta que en la parte final no va a dar tiempo a nada: «Una vez que se corone Bale, se baja, se enlaza con la subida por la otra cara del Peyresourde y se inicia la subida a Peyragudes. Es un final de carrera difícil y se puede complicar mucho, hacerse muy duro».

Saldrá con una idea clara en las dos etapas: «Agarrarme a lo que tengo. Si veo una oportunidad la apovecharé. Quiero suponer que tanto Evans, como Van den Broeck o Nibali, algo harán. Nibali podría aprovechar para atacar bajando. En las bajadas que hay se coge mucha velocidad y se va rápido. Alguien probará, seguro».

Más recuperación

Se anuncia buen tiempo, lo que en teoría, favorecerá al líder y su equipo: «Los últimos puertos se van a subir a mil y no les veo con problemas. Sky no ha tenido ningún momento de debilidad. Cuando Froome se pone delante, Wiggins se pega a él. Yo le veo bien al líder». La opinión que tiene sobre Froome y su situación en el Sky es un poco diferente a la que se maneja dentro del pelotón: «La general demuestra que Wiggins ha sido el mejor hasta el momento. Si estuviesen en un equipo diferente sería distinto. Yo le veo a gusto con Wiggins, no pienso que vaya a rebelarse contra él». En los Pirineos ve que los dos se van a defender muy bien: «Froome es más escalador y Wiggins, más contrarrelojista, pero se defienden bien en montaña y en contrarreloj, aunque Wiggins va mejor en montaña que en las cronos».

No tiene dudas que en su equipo le apoyarán: «No tendré problemas para que me echen una mano». Si le preguntas por el peor día que ha tenido en lo que llevamos de carrera responde rápido: «La Toussuire. En La Croix de Fer tuve un momento malo y me desfondé un poco. Tampoco fue un desfallecimiento. Antes de acabar la subida volví al grupo de cabeza. No tuve tiempo para comer, me descuidé un poco y bajé el rendimiento. Dentro de lo malo lo solucioné bastante bien».

En los Pirineos quiere mantener «la regularidad que he tenido hasta el momento. No he tenido ningún descuido y me gustaría seguir así». Mantiene intacto su peso, 67 kilos, «y como en función de lo que veo que necesito. No haga nada especial, ni tampoco como nada distinto a lo de otros compañeros del equipo».

La presión de intentar hacer una buena general no le afecta: «Tu eres quien te pone la presión. A mi me viene bien. Estoy ante la oportunidad de hace un buen Tour y la quiere aprovechar. El equipo también quiere que lo haga lo mejor posible». Ayer entrenó dos horas de forma suave por la mañana y quería aprovechar para dormir hasta que les despertasen. El lunes, a pesar de que la etapa comenzaba tarde, no les dejaron dormir mucho puesto que les despertaron para hacer controles. El lunes por la noche les dejaron comer lo que cada uno quiso, dentro de un orden. «El cocinero puso hamburguesas y cada uno la pudo preparar como quiso, con los ingredientes que había. Tu te ponías el queso, la carne. También había ensalada». Le gustaría mejorar su posición en la general, aunque no ve que ninguno de los que están delante de él vayan a caerse: «Van den Broeck está haciendo una buena carrera y ha aparecido en todos los momentos importantes. A Nibali también se le ve fuerte. Al que más justo estoy viendo es a Evans. Desde luego no está como el año pasado. Wiggins le ha comido mucho terreno».

Del líder, Bradley Wiggins, recuerda que hace unos años, «subiendo el Mont-Ventoux en un Dauphiné Liberé se iba quedando. A base de trabajar en la altitud del Teide ha mejorado mucho. Después de las etapas hace rodillo». Haimar es un poco de la vieja escuela ciclista en ese sentido. «Yo cuando acaba la etapa lo que quiero es desconectar, sobre todo de cabeza. Puede ser bueno hacer rodillo para limpiar las piernas, pero prefiero no hacerlo. Me gusta aprovechar esa hora para dormir. Al cabo de 22 días, una hora cada día de más es casi una jornada de recuperación».